Los testigos del asesinato de la joven de Parla confirman el ensañamiento del crimen
La víctima intentó refugiarse en un coche donde estaba un niño de 2 años, pero el agresor siguió apuñalándola

Placa de homenaje a Cristina en Parla / Ayuntamiento de Parla

Madrid
Una testigo presencial del asesinato de Cristina Romero, la joven de 18 años que murió el 30 de junio de 2022 de 42 navajazos en un parque de Parla, ha relatado en el juicio cómo su agresor le asestó "muchísimas" puñaladas, "un no parar" incluso cuando la joven cayó al suelo para "asegurar" su muerte.
El juicio contra Raúl M. O. ha celebrado su tercera sesión con testigos directos del crimen y la psicóloga del acusado, quien sufría un Trastorno Adaptativo Mixto. Mañana declararán los agentes de la policía Nacional del Grupo de Homicidios que llevaron la investigación.
El relato de las personas que presenciaron los hechos corroboran la agravante de ensañamiento que aprecia la fiscal y la acusación particular por los múltiples navajazos que sufrió la chica.
El procesado se enfrenta a una solicitud fiscal de 25 años y nueve meses de prisión por un delito de asesinato y otro de maltrato en el ámbito familiar. La familia eleva la petición a 33 años de prisión mientras que la defensa pide 14 años de prisión por un delito de homicidio al negar que el crimen estuviera planeado.
Una mujer trató de auxiliarla
"La apuñaló en cuello, pecho, costado y espalda. Había muchísima sangre", ha narrado la mujer que trató de auxiliar a la víctima. La testigo se encontraba cruzando sobre las cinco de la tarde por la zona con su coche cuando se percató de lo que sucedía. Paró el coche y trató de ayudar a la joven al pensar que era una agresión. Pero al ver los continuos navajazos, llamó al 112.
Según su relató, Cristina trató de "sobrevivir" y meterse en el coche pero se topó con su hijo de 2 años. "Pero era imposible porque esta persona la tenía cogida y le seguía apuñalando", ha comentado la mujer, quien ha señalado que su hijo tenía sangre por el cuerpo.
Una testigo siguió al acusado
Otra testigo ha narrado que vio como había un perro con dos personas, pensando que el animal habría mordido a alguien al ver sangre. "Este individuo estaba clavando el cuchillo a una chica por todos los sitios. Y cuando se dispone a marcharse. Llamé al 112 y le iba contando por dónde iba el chico. Y veo cómo se iba autolesionando", ha explicado.
Al rato, llegó una patrulla de la Policía Nacional y le detuvieron. "Yo le grité: ¡has matado a una chica!, y me respondió: ¡me ha jodido la vida!. Quiero dejar claro el enseñamiento con el que lo hace", ha asegurado, indicando que estaba tranquilo y sin parecer enajenado.
Según el relato, la joven estaba totalmente indefensa y no pudo escapar. "Me dio la sensación de que estaba muerta por la brutalidad y pensé que era imposible que alguien pudiera sobrevivir", ha señalado.
A preguntas de la defensa sobre por qué no salió a ayudar a la víctima, la testigo ha replicado que no quería morir porque tiene un hijo y que pensaba que estaba muerta. "Llamé al 112 para ayudar y su cliente asesino salió de esa zona", ha aseverado.
Durante la detención, los agentes lograron que el asesino se desprendiera del cuchillo y la testigo, dio una patada al arma para evitar que éste la volviera a coger y "les matara a todos".
El acusado se negó a medicarse
También ha comparecido la psicológa que le atendió en el centro de salud mental de Parla, indicando a la fiscal que su cliente rechazó el tratamiento farmacológico.
Se le diagnosticó un Trastorno Adaptativo Mixto de las emociones con un descontrol impulsivo por el distanciamiento de sus amigos a raíz de los problemas que había tenido con su pareja, según ha expuesto la testigo. "Tiene rasgos narcisistas y tenía síntomas de superioridad que le dificultaba las relaciones", ha agregado.
En su declaración, el acusado reconoció ayer que le molestaba que Cristina fuera feliz mientras que él sufría una depresión y admitiendo que fantaseba en hacerla daño. Tras el crimen quiso suicidarse. Actualmente, toma antidepresivos en prisión y está sometido a tratamiento psicológico.




