La puesta en marcha de la Ciudad de la Justicia resolverá un agravio histórico con Alicante y con sus profesionales

Alicante

Está bien lo que bien termina..., ¡pero lo que ha costado llegar al inicio de las obras de la Ciudad de la Justicia! Los vecinos de Benalúa lo saben muy bien: más de 17 años esperando.

Pero, al margen de ello y de las huellas en el urbanismo de la ciudad, más importante es que cuando entre en funcionamiento en 2025 se habrá resuelto el agravio histórico con Alicante y con los profesionales de la justicia. La modernización también pasa por contar con infraestructuras adecuadas a las necesidades actuales.

Que sea el edificio más sostenible de la Comunitat Valenciana y que lleve el nombre del jurista alicantino Rafael Altamira son añadidos que están muy bien y que adornan el proyecto. Sabemos que al president Puig le gusta cuidar este tipo de detalles.

Y también está bien el apoyo municipal, explicitado por el alcalde Barcala. Desde ese punto de vista y teniendo en cuenta la larga lista de desencuentros, la reacción no deja de producir una ligera sorpresa. En cualquier caso, este papel colaborativo le hace más alcalde. Además, eso es lo que esperan los ciudadanos, que las administraciones cooperen para solucionar problemas.