Las obras de la ampliación de la autovía V-21 entre València y Alboraya no se acabarán hasta final de año
La construcción de un tercer carril por sentido entre Alboraya y València acumula tres modificados y meses de retrasos
València
Habrá que esperar hasta final de año para encontrar completamente acabada la ampliación de la autovía de Puçol, la V-21, entre Port Saplaya y el término municipal de València. Un tramo que lleva varios años de obras, y cuyos trabajos acumulan retrasos, en muchos casos ajenos a la empresa constructora.
Y es que el proyecto de ampliación de un tercer carril por sentido suma tres modificaciones, la última, muy reciente, y que tiene que ver con las exigencias que han planteado el Ayuntamiento de València y el de Alboraya y a las que ha accedido el Ministerio de Transportes.
Este último modificado de obra, valorado en 3'2 millones de euros, se ha tenido que acometer para satisfacer la exigencia del Ayuntamiento de València para que uno de los tres carriles de entrada a la ciudad se habilite como carril VAO, es decir, que solo podrán usar vehículos con dos o más ocupantes.
No es la única novedad que incorpora este modificado. El Ayuntamiento de Alboraya había exigido la construcción de una pasarela peatonal y ciclista sobre la V-21 a la altura de Port Saplaya. Una exigencia a la que también ha accedido el Ministerio de Transportes.
Estas dos exigencias, han obligado a retrasar la finalización de las obras, prevista para después de este verano. En concreto, según fuentes conocedoras del proyecto consultadas por la Cadena SER, los trabajos podrían prolongarse más allá de diciembre, con las consiguientes molestias para los conductores, que tienen que soportar a diario desvíos de tráfico, la ralentización de la circulación, y las consiguientes retenciones.
Esas mismas fuentes explican que el montante económico del modificado no supera el límite establecido por la ley para eludir la autorización de un Consejo de Ministros . Sin embargo la Demarcación de Carreteras de Valencia prefirió derivarlo a la reunión de Ministros, a pesar de que no hacía falta, lo que ha dilatado los plazos. La aprobación pasó por Consejo de Ministros el 1 de agosto.
Hasta tres modificados
La ampliación de la V-21 entre Alboraya y València acumula hasta tres modificados. El primero se tuvo que acometer después de que los partidos políticos exigieran reducir al máximo la superficie de huerta afectada. Esto obligó a introducir cambios técnicos en el diseño de la anchura.
Recordemos que estos cambios exigidos por los partidos vinieron precedidos de protestas y acciones de colectivos ecologistas, que llegaron a bloquear el paso de las máquinas, teniendo que intervenir los cuerpos y fuerzas de seguridad para permitir el derribo de la alquería Forn de Barraca. Unas movilizaciones que vinieron acompañadas, en paralelo, con actos de vandalismo y sabotaje sobre las obras y la maquinaria empleada en los trabajos.
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Meses después hubo que acometer un segundo modificado, este relacionado con el estado en el que se encuentra la estructura del puente de la V-21 que salva las vías del tren a la altura de la playa de Patacona. Se introdujeron cambios para reforzar el viaducto, alinear parte del terraplén, e introducir sobre él gravas mucho más drenantes, según explican fuentes conocedores del proyecto. Eso también trajo consigo unas semanas de retraso.