San Gabriel nunca olvidará la riada de 1982

Los protagonistas

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Alicante

San Gabriel nunca se recuperará de la riada del 82. Las generaciones que la padecieron, desde los que eran unos chiquillos a quienes peinaban la treintena y ahora están jubilados, no la van a poder olvidar en la vida.

Pero el miedo, la incertidumbre, el fallecimiento de una persona -la señora Ana, como era conocida en el barrio- y los muchos daños materiales (muchos nunca recuperados) también sirvieron, bien encauzados, para tejer unas redes de solidaridad que todavía mantienen.

De alguna manera, el agua torrencial reforzó el sentimiento de insularidad que ya existía en esta barriada y lo ha perpetuado hasta la actualidad.

Y eso es lo que nos hemos encontrado esta mañana tras instalarnos en el Plaza Enrique López Vidal, junto a la parroquia de San Gabriel, que también cumple un papel conglomerador, para contarles en una edición especial de Hoy por Hoy Alicante lo que sucedió tal día como hoy hace 40 años.

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Aquel octubre llovió sin piedad entre las siete de la tarde del día 19 y las siete y media de la mañana del día 20. Se registraron 217 litros por metro cuadrado.

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Mientras jarreaba, los vecinos contemplaban alarmados cómo el barranco de San Gabriel, entonces sin encauzar, desahogaba al mar hasta 400 metros cúbicos de agua por segundo.

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Eran espectadores maniatados ante la espectacular fuerza que mostraba la naturaleza. Entonces, ante la falta de ayuda externa, tuvieron que ayudarse a sí mismos y darle al vecino lo que había perdido.

Es habitual que este tipo de olas de solidaridad se despierten tras una tragedia, pero también es habitual que se vayan perdiendo con el tiempo. En el caso de San Gabriel no ha sido así y el recuerdo de la riada mantiene viva esa importante cohesión social.

Así lo creen nuestros cuatro primeros invitados del programa. Todos ellos vivieron con angustia esas primeras horas. O el agua había anegado los bajos de sus casas y tuvieron que refugiarse en la azotea o alguno tuvo que salir por la ventana de su coche cuando se lo llevaba la corriente.

Son los testimonios de Maria Ángeles Valero, Agustín Conesa, Francisco Gonzálbez y Gabriel Gómez.

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El documental

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Durante estos días, con motivo del aniversario, la Asociación de Vecinos de San Gabriel, capitaneada por Toño Pomares, ha organizado una serie de actos conmemorativos con el objetivo de reconocer a quienes les ayudaron durante la riada y de recordar una historia que puso el barrio patas arriba y que quieren que no se olvide y que la conozcan las nuevas generaciones.

Para este objetivo, Paco Meléndez y su hermana Fini decidieron filmar el documental San Gabriel 1982 (Recordando la riada), en el que los habitantes del barrio narran cómo vivieron esas terribles jornadas. Entre los testimonios, también cuentan con el del piloto Luis Miñano, quien, con su helicóptero, mucho antes de que llegaran las aeronaves de la Armada, se jugó el tipo para salvar a todos los que estaban en peligro. Esa acción le pudo haber costado la licencia, pero estos vecinos no lo iban a permitir.

Los vecinos y el cura

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Y para completar el recuerdo, hemos charlado con Paz Sotodosos, presidenta de la asociación de vecinos, y con José Luis Azorín, párroco de San Gabriel desde hace once años. Ambos nos han hablado de la armonía con la que viven los habitantes de este barrio y de cómo se preocupan los unos de los otros.

Además, hemos repasado las infraestructuras que necesitan o que necesitan que desaparezcan. Y en este último caso, la presidenta de los vecinos ha reclamado la retirada de las vías del ferrocarril de la primera línea del litoral.

También ha pedido un médico más para el saturado centro sanitario, la limpieza del cauce del barranco y más equipamientos, sobre todo, para los más jóvenes del barrio.