El puerto de València aprueba el proyecto para la ampliación norte

València

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia ha aprobado este viernes el proyecto para la construcción del muelle de contenedores de la ampliación norte, con los votos en contra del alcalde Joan Ribó y de Iván Castellón, uno de los representantes de la Generalitat, nombrado por la conselleria de Transición Ecológica.

El puerto prevé adjudicar la obra durante 2023 con un presupuesto base de más de 540 millones de euros y la compañía italo-suiza TIL, filial de MSC, invertirá al menos otros 1.000 millones para levantar la terminal de contenedores y explotarla en régimen de concesión.

La iniciativa va a suponer una inversión público-privada de 1.564 millones de euros para dotar al recinto valenciano de la terminal de contenedores más sostenible y moderna del mundo, modélica con el medio ambiente, donde el origen de la electricidad será 100 % de fuentes renovables, que permitirá el suministro eléctrico a los barcos en puerto y contará con una clara apuesta por el ferrocarril, informa la APV.

APV: "Todos los informes avalan la legalidad del proyecto"

El acuerdo se ha remitido ya a Puertos del Estado para que sea aprobado en el Consejo de Ministros. Para el presidente de la Autoridad Portuaria, Aurelio Martínez, estamos ante un día histórico, tras años de trabajo para elaborar todos los informes que avalan la legalidad del proyecto.

Según Martínez, este tipo de decisiones no se toman al albur de lo que piensan los partidos políticos, sino que vienen refrendadas por todos los avales técnicos ya que se trata de la inversión más importante que se ha realizado nunca en un puerto español. Las dudas sobre su legalidad se crean si alguien quiere, pero lo cierto es que hasta la Abogacía del Estado ha dicho que todo se ha hecho de manera correcta.

Por su parte, el director general del puerto, Francesc Sánchez, explica que todos los análisis técnicos que ha hecho el Ministerio de Transición Ecológica antes de dar el visto bueno son similares a los que se habrían pedido si se hubiera tramitado una nueva Declaración de Impacto Ambiental.

Y, por supuesto, se incluirán en el proyecto los 21 condicionantes que impone Costas, como el utilizar la arena del dragado si es apta para regenerar las playas o las objeciones en cuanto a materiales, procesos constructivos o planes de vigilancia ambiental.

Y sobre la supuesta falta de informes de movilidad, recuerda que el puerto ya lo hizo en 2007 y desde entonces se actualiza constantemente desde 2007. En los últimos 5 años se ha duplicado la cuota de contenedores que entran o salen por vía ferroviaria y con la nueva terminal se volverá a duplicar.

También el presidente de la patronal autonómica, Salvador Navarro, estamos ante un día muy importante para la economía valenciana. Y eso a pesar, a su juicio, de las incertidumbres sobre el proyecto generadas por algunos políticos.

Dos votos en contra

Por su parte, el alcalde Joan Ribó ha votado en contra por los mismos argumentos que venía explicando desde hace al menos dos años para oponerse a esta infraestructura, especialmente por el impacto que las obras tendrán sobre las playas del sur y por los problemas de movilidad que generará.

Además, considera que existen serias dudas sobre la legalidad del proyecto por permitir al puerto ser juez y parte en la decisión de si era necesaria una nueva Declaración de Impacto Ambiental. El alcalde asegura que no quiere que se repita el empaste de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto, que lleva más de dos décadas terminada, pero sin usarse por decisión judicial.

La Comissió Ciutat Port anuncia que seguirá la batalla judicial

Y a las puertas del edificio del reloj una decena de personas de la Comissió Ciutat-Port ha protestado por la aprobación de un proyecto que tendrá un impacto muy importante sobre el futuro de la ciudad.

Su portavoz, David Adriá, recuerda que la Audiencia Nacional tiene que decidir en pocos días sobre el recurso que presentaron por una supuesta ilegalidad en la tramitación del proyecto. Aún así, considera que los macropuertos como el que se proyecta son una de las causas que nos han llevado a la actual crisis climática.

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Augura una grave afección sobre las playas del norte y el sur de la ciudad y pide que esos más de 500 millones que costará la nueva terminal se reinviertan en adaptar València para hacer frente al cambio climático.