El asesino en serie de Castellón, Joaquín Ferrándiz, habla desde la cárcel sobre los cinco crímenes que cometió en la provincia
Ferrándiz está a menos de 20 días de cumplir condena en Herrera de la Mancha y salir en libertad
El asesino en serie de Castellón, Joaquín Ferrándiz, ha hablado desde la cárcel sobre como recuerda los cinco crímenes que cometió entre 1995 y 1996.
El programa Hablando Claro de RTVE ha tenido acceso, en exclusiva, a unas grabaciones realizadas por la experta en psicopatología criminal y forense Carmen Balfagón en las que se puede escuchar la voz de Joaquín Ferrándiz hablando desde prisión sobre cómo cometió los asesinatos a las cinco jóvenes castellonenses.
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Ferrándiz, que es el asesino en serie más peligroso de la historia de la provincia, ha relatado en primera persona como recuerda los asesinatos que cometió entre 1995 y 1996 en los que quitó la vida a Sonia Rubio, Natalia Archelós, Mercedes Vélez, Francisca Salas y Amelia Sandra García.
Son unas declaraciones que se producen a menos de 20 días para que cumpla condena y salga de la prisión de Herrera de la Mancha, prevista para el próximo 23 de julio, tras 25 años entre rejas.
Ferrándiz habla también de su negativa a recibir tratamiento. En sus declaraciones asegura que considera que no necesita tratamiento. Además, el asesino que sembró el miedo en toda la provincia arremete también contra los jueces.
Cronología del "Caso Ferrándiz"
El 2 de julio de 1995 Ferrándiz asesinó a Sonia Rubio, una joven de 25 años, de Benicàssim, cuyo cadáver fue hallado en una zona próxima a las Playetas de Oropesa del Mar. Hasta septiembre de 1996, asesinó además a otras cuatro mujeres, con edades entre los 18 y los 24 años, como es el caso de Natalia Archelós, Mercedes Vélez, Francisca Salas y Amelia Sandra. Tres de los cadáveres aparecieron en la zona conocida como Vora Riu.
Su forma de actuar en todos los casos siguió una misma línea, agredió sexualmente a sus víctimas y luego las estranguló. Según fuentes próximas al caso, durante estos años, en prisión, no ha asistido a ningún programa de rehabilitación y reinserción social. Previamente a estos hechos, Ferrándiz, pasó cinco años en prisión, después de ser condenado en 1990 por un delito de violación.