Cervantes y València

València

Nos situamos en los jardincillos de Guillem de Castro, la ronda conocida como Circunvalación de València, muy cerca de la puerta de Quart. Hablamos del gran escritor Miguel de Cervantes porque, precisamente en este lugar se halla la escultura que lo recuerda. Pero primero, los antecedentes cervantinos en nuestra ciudad.

Sabido es que la primera edición de El Quijote, de Miguel de Cervantes, la primera parte, se imprimió en Madrid, en casa de Juan de la Cuesta, en 1605. Debido al éxito que alcanzó la novela, unos meses más tarde se decidió hacer una nueva edición, esta vez en València. El encargado de imprimirla fue Pedro Patricio Mey, que regentaba un prestigioso taller situado en la calle Sent Martí a Santa Tecla, situada al principio de la calle de Sant Vicent, cuando aún no se había creado la actual plaza de la Reina.

Muy cerca de la imprenta se hallaba la iglesia de Santa Catalina que años antes, en 1548, había sufrido un incendio, y fue parcialmente reconstruida. Junto a los primeros números de la actual calle de La Paz se hallaba La Ceca de Valencia donde se acuñaban las monedas autóctonas reinando Felipe IV de Austria. En este contexto histórico y urbano se estaba imprimiendo El Quijote en su segunda edición, la que pronto se consideró joya de la literatura universal. Una nota curiosa, un anuncio colocado en 1605 decía así: Se vende El Quixote de Miguel de Cervantes, dará razón Jusepe Ferrer, mercader librero situado junto a la Diputación, convirtiéndose en el librero que vendía en la ciudad la exitosa novela.

En 1872 salió de la imprenta Rius de nuestra ciudad la obra Corona Poética en honor a Cervantes.

En 1905 se celebraba el III Aniversario de la edición de El Quijote en nuestra ciudad. Pronto se constituyó una Junta responsable de la organización de los actos. Una de las primeras decisiones fue acuñar una medalla de bronce conmemorativa de ese III Centenario de la impresión de El Quijote valenciano, y ésta fue dibujada por Juan Bautista Palacios.

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La Sociedad de Tipógrafos Patrones y Encuadernadores editó un libro recordando la efeméride e incluso, el 7 de mayo de ese año se instaló una lápida conmemorativa donde aproximadamente estaba emplazada la imprenta, que, aún hoy, dicha placa la podemos ver en la calle de Sant Vicent, donde hasta hace unos años estuvo el establecimiento Calzados Mancebo. También se organizaron diversos actos y festejos recordando la impresión valenciana, además de constituir todo un homenaje a El Quijote y su inmortal autor.

Cabe mencionar la gran escultura que Mariano Benlliure hizo como monumento alegórico a tan gran escritor. Está rodeada de una alberca con surtidores de agua. Este grupo escultórico anteriormente estuvo emplazado en la plaza del Picadero, actual área de la boca del Metro de la calle de Colón.

En este lugar de Guillem de Castro se proyectaron y edificaron nuevas escuelas, el actual Grupo Escolar Cervantes, obra de los arquitectos Rafael Alfaro y Eugenio López, construido en 1907 en la parcela rectangular donde antiguamente se hallaba el antiguo Matadero.

Respecto a la lápida de la calle Sant Vicent, yo mismo escribí al Ajuntament para que la lápida colocada en el número 3 de dicha calle fuese restaurada y recomendaba se celebrasen actos que recordaran el IV Aniversario. No tuve contestación alguna, pero ante mi grata sorpresa vi que me habían hecho caso, ya que un mes después la lápida había sido limpiada y barnizada, incluso supe que se había hecho un acto conmemorativo.

Pues hasta aquí estos breves apuntes de los actos que recuerdan a Miguel de Cervantes Saavedra y su segunda impresión de El Quijote que, recuerdo, fue editada en nuestra ciudad.

(Texto de Rafa Solaz)