La violencia machista existe (y hablar de ella no es fanatismo progre)
La Columna de Carlos Arcaya: «La violencia machista existe (y hablar de ella no es fanatismo progre)»
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Alicante
Y le han tenido que detener en un puticlub. Cuarenta y ocho horas después de supuestamente matar a navajazos a su compañera sentimental, tras huir de l'Alfàs del Pi, Juan Vicente A. B., el asesino de Roció fue arrestado por la Guardia Civil en un club de alterne de la Vega Baja. El lugar de la detención ni le quita ni le da importancia a este crimen machista, le da una dimensión añadida.
El CIS ya puso de manifiesto cómo a un elevado porcentaje de varones -hasta el 44 %- la lucha feminista por la igualdad les resulta discriminatoria. Hay quien no quiere cambiar, no porque les discrimine, sino porque quieren perpetuar unos roles sostenidos por una anticuada estructura patriarcal.
El caso de este individuo, sin querer entrar a psicólogo, con agresiones a sus dos últimas parejas, demuestra que la violencia machista existe y que hablar de ella no es fanatismo progre.
Y por supuesto que queda mucho trabajo por hacer en prevención y educación para que los chicos rompan con ese tipo de comportamientos, vean a sus compañeras como iguales y no se sientan amenazados.
