Niños tristes
La Columna de Carlos Arcaya: «Niños tristes»
Alicante
Niños tristes. Es el término que utilizaba la pediatra Ana María Nso para definir a los niños con obesidad que llegan a su consulta. Ella, como pueden ver en nuestra web, es la responsable de un estudio que relaciona el sobrepeso con el uso de pantallas de ordenador y que muestra cómo han tenido que tratar casos verdaderamente extremos.
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De hecho, la obesidad infantil y juvenil se ha convertido en una pandemia en nuestro país. Los adultos somos los responsables de este hecho y tenemos que evitar por todos los medios que estemos criando a una generación de niños tristes o tristes niños, acercándonos al poema de Miguel Hernández.
No se debería emplear el término tristeza para caracterizar a los niños. Claro que deben asumir que van a sentir la tristeza a lo largo de sus vidas, es una emoción y no es malo que lo entiendan. Así es la vida. Pero otra cuestión es definir a un niño como triste cuando por naturaleza deben ser personitas alegres. Ya crecerán, pero mientras tanto es imprescindible que jueguen, que hagan deporte, que se diviertan al aire libre, para no arrastrar como una losa esa tristeza.
Tenemos la obligación de que se conviertan en adultos sin traumas. O, al menos, con la menor cantidad posible de traumas.