Los agricultores advierten del peligro que corre el cultivo de secano de la provincia de Castellón, como el almendro, debido a la sequía: "El árbol no tiene fuerza"

Castellón

La Unió Llauradora i Ramadera advierte que el último episodio de lluvias no ha cambiado la situación crítica del campo castellonense y de las reservas hídricas del territorio. Carles Peris, secretario general del sindicato agrario, asegura que en la comarca de Els Ports no se han pasado de los 10 litros por metro cuadrado.

El sindicato explica que los cultivos más dañados por el periodo de sequía son los de secano, como el almendro, que en algunos puntos amenaza con secarse por completo o no alcanzar el producto el tamaño óptimo para su comercialización. Otros cultivos más minoritarios en la provincia, como el cereal o la viña, también podrían entrar en un momento complicado de cara a la próxima campaña.

En cuanto a la citricultura y la agricultura de regadío, Peris afirma que, este caso, se están implementando medidas para optimizar el uso del agua, pero la situación no es tan delicada como en los anteriores sectores agrarios, que requieren de medidas urgentes para su supervivencia.

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Las imágenes facilitadas por el sindicato agrario y agricultores particulares de la provincia de Castellón muestran en qué estado se encuentran los cultivos más afectados por la sequía (Alto Palancia) y, en un segundo caso, el aspecto de los almendros que sí muestran las características que corresponden a esta época del año, es decir, con el producto en desarrollo (Plana Alta). Ambos casos corresponden a la época del año actual.

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No llueve cuando debe

Ricardo Beltrán, productor de almendra en Cabanes (Plana Alta) y responsable de frutos secos en el sindicato agrario, explica, en declaraciones a Radio Castellón, que la falta de lluvias cuando el cultivo las requería puede echar a perder el producto o bajar su rentabilidad: "El árbol no tiene fuerza".

Insiste en que el año pasado ya tuvieron una campaña "complicada", marcada por las humedades y la merma en la producción. Una situación que no se vio compensada por los precios que, más tarde, fijó el mercado.

Beltrán explica que el almendro, al igual que otro tipo de cultivos, debe ser trabajado aunque las condiciones que se presenten en la campaña impliquen la reducción o la pérdida total de la producción para garantizar que, al año siguiente, si la meteorología y otros factores son favorables, sea capaz de producir. De lo contrario, el árbol quedaría yermo.

Más en el supermercado y menos en el campo

Cabe destacar que los precios de la almendra durante el pasado año 2023 sufrieron un desplome de hasta un 35% a pie de campo, pero en cambio subieron un 4,3% a los consumidores, según denunció la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) a partir de datos de la Lonja de Reus y el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Al respecto, entre otras medidas, AVA-ASAJA pide al Gobierno que haga cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria, fijando los costes de producción de la almendra en cada eslabón, aportando transparencia a la formación de los precios y frenando los abusos comerciales.