Tres familias de Alicante se quedan sin plaza en un colegio de San Vicent del Raspeig, al suprimir Educación un aula de Infantil para el próximo curso

Alicante

Los recortes de la Conselleria de Educación los están sufriendo ya directamente algunas de las familias al matricular a sus hijos para el próximo curso.

Es el caso de tres familias que habían pedido inscribir a sus hijos de Infantil en un colegio de San Vicente del Raspeig, con la agravante de la patología de uno de los pequeños y de los problemas de todas ellas para conciliar.

Son cuatro niños que se han quedado sin matricular en el centro que habían solicitado en mayo, porque Conselleria ha suprimido de un plumazo un aula con su docente correspondiente, y ello a pesar de contar con la ratio suficiente que obliga a mantener dicha aula.

Antonio, padre de dos mellizos de 4 años, uno de ellos con necesidades específicas, decidió a mitad de este curso trasladarlos desde su centro en Alicante al CEIP Raspeig de San Vicente, tras visitar este colegio, que por su proyecto de acompañamiento emocional, resultaba ideal para abordar esas necesidades de su hijo.

Tras las jornadas de puertas abiertas decidieron esperar al término de curso para facilitar ese traslado. Pero su sorpresa fue que a dos semanas de matricularlos, el centro les comunicó que no era posible, porque Conselleria iba a cerrar el aula de 4 años para este curso. Inspección les tranquilizó alegando que si había 26 alumnos se mantendrían los dos grupos. La cuestión es que hay 25 alumnos (ya que hay 22 y tres de ellos con dictamen de alguna patología) más los 4 de nueva matrícula, con lo que la cifra para mantener ambas aulas se supera con creces.

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"El sueño se convirtió en pesadilla", dice este padre, también profesor, que ahora se ha quedado sin el centro donde podían atender mejor a sus hijos, y con el traslado de domicilio de Alicante a San Vicente en el aire.

Y aún más a su favor, en el municipio de San Vicente del Raspeig se estableció como ratio máxima para Infantil 23 alumnos, por lo que sin contar las matrículas de nuevos alumnos del centro ya tendrían que respetar las dos aulas para el curso siguiente.

Una situación parecida es la de Carol Graña, familia monoparental, que ha querido matricular a sus hijos en ese centro y se ha encontrado, aun cuando ya tenía a familiares inscritos en él, con la desagradable sorpresa de tener admitida a la niña de 6º de Primaria en el CEIP Raspeig y al hijo de 4 años de Infantil en el CEIP Victoria Kent. Su conciliación familiar es imposible, y también le deniegan por falta de plazas otras opciones solicitadas.

El 15 de julio conocerán la resolución definitiva, pero Conselleria, dicen, ni siquiera les ha informado oficialmente de que les cierran un aula, por lo que les han dirigido un escrito solicitando explicaciones.