Quique Hernández, candidato a la dirección deportiva del Intercity tras el descenso a Segunda Federación

Alicante

El Intercity, que la pasada temporada firmó uno de sus peores cursos desde su fundación con el descenso a Segunda Federación, alejándose así dos categorías del fútbol profesional, objetivo prioritario de su presidente, tiene la intención de incorporar a un director deportivo para el próximo curso.

La mala gestión deportiva, con el visto bueno de Salvador Martí, llevó al club a realizar fichajes por catálogo, como los de Locadia o Modeste, con el objetivo de influir en la cotización bursátil, sin valorar adecuadamente las consecuencias deportivas que ello suponía.

Ahora, tras el desastre de la pasada temporada, Salvador Martí vuelve a pensar en Quique Hernández para liderar el nuevo proyecto del Intercity, con el objetivo de regresar a la Primera RFEF. Bajo su dirección, el club logró el ascenso a dicha categoría como campeón del grupo 3.

De momento, fuentes consultadas confirman que ya ha habido contacto entre ambas partes y que el presidente del Intercity le ha propuesto a Quique Hernández retomar la dirección deportiva y encargarse de confeccionar una plantilla de garantías.

Cabe recordar que la relación profesional entre Salvador Martí y Quique Hernández se rompió de forma amistosa el 20 de mayo de 2022, cuando Hernández anunció que no continuaría en el Intercity. Semanas antes, ya había manifestado de forma clara su desacuerdo con las ideas del presidente, quien aspiraba a alcanzar el fútbol profesional en un solo año.

Con sentido crítico, Hernández señaló que, “si el objetivo del club es ascender a Segunda División, no seguiré”, y calificó esa meta como “una payasada”, en referencia a las declaraciones que Martí había realizado en varios medios de comunicación.

El tiempo ha terminado por dar la razón a Quique Hernández. Aquella “payasada”, como él mismo la calificó, no solo evidenció una previsión poco realista por parte del presidente del Intercity, sino que, además, el club ha retrocedido notablemente con el descenso a Segunda Federación, consecuencia directa de una nefasta gestión deportiva.

Además, el Intercity sigue sin cumplir sus promesas con la construcción de una ciudad deportiva, un estadio propio y otras infraestructuras anunciadas a bombo y platillo, que a día de hoy siguen sin materializarse. Todo ello refuerza la idea de que aquel ambicioso plan para llegar al fútbol profesional en tiempo récord fue más una ilusión que una hoja de ruta realista.