Con Meriton, nunca es ahora: Gourlay también recurre al medio plazo cuando se le exige un Valencia competitivo

Valencia

Partamos de una base constructiva. Siempre es mejor que alguien -a ser posible, alguien que no sea Corberán (por aquello de no quemarse más de la cuenta ni antes de tiempo)- salga a dar la cara en estas circunstancias. Le doy valor. Es imposible que un ejecutivo del Valencia gane en sala de prensa. Empatar ya tiene mérito. Perder es lo lógico cuando uno/a llega detrás de trapatroles crónicos e incapaces de profesión como Anil Murthy. La tierra y las almas están quemadas. No vale nada. No nos va a valer nada porque es imposible que nada nos valga a estas alturas. A nadie que se vista por los pies.

Dicho y escrito esto del mérito que tiene salir, pensemos en la salida en sí misma. Algo tienen que ver ahí dentro entre preocupante y muy preocupante para que Gourlay, máxima autoridad futbolística del club -después de Corberán, hasta que alguien me demuestre lo contrario- comparezca a 6 de octubre (solo ocho jornadas) para pedir union, apoyo y todas esas mandangas que piden los dirigentes cuando sus equipos no le ganan a nadie. Deben saber más de lo que sabemos nosotros. Y nosotros sabemos bastante de desencuentros, dudas con los planteamientos, celitos absurdos por dorsales, enfados por lanzamiento de penaltis... toda la porquería habitual que sale de un vestuario cuando un equipo de fútbol pierde sin parar. Y a más importancia del club, más porquería sale.

Me he aburrido soberanamente escuchando a Gourlay. Alguien ha debido decirle -o lo trae él de casa- que tire de retórica. Respuestas largas, sonrisa Profidén y a regatear las polémicas. Más de 90 minutos de chau chau. Garbellar aigua. Y algún titular que extraer de entre sus renglones torcidos: "Necesitamos hombres, no niños" (...) "Podemos pelear con 14/15 equipos de LaLiga" (...) "No podemos hablar de Europa hasta que no nos marchemos al Nou Mestalla". Bueno, lo del Nou Mestalla lo he puesto yo por salud mental, él dice algo así como New Mestala, que revuelve las tripas solo de escucharle.

Si van a salir a hablar, Gourlay o quien sea, no pueden hacer un reset interesado como si Meriton hubiera llegado ayer a nuestras vidas. No vale lo de "el perro no es mío". Llevan aquí once años. Para doce. Que a nosotros se nos han hecho como doce eternidades. Deben tenerlo en cuenta para ser tenidos en cuenta. Aquí el personal sangra por la herida de la mediocridad y la intrascendencia a la que nos han llevado.

Si van a salir a hacer declaraciones, no vale hablar siempre de medios plazos, transiciones, planes a tres años y toda esa verborrea de vendedores de arena en el desierto que aquí no compra ni Dios. En 2014 engañaron a muchos. A estas alturas, a muchos menos. Con Meriton -Gourlay incluido- nunca es ahora. Y los aficionados y aficionadas, como Mestalla evidencia cada vez que el equipo se para, se han cansado. Han dicho basta. Lo que sea, tiene que ser ahora. Y si no va a ser, es mejor que se callen y hagan todo lo que esté en su mano para que el Valencia gane partidos. Que es lo segundo que más queremos. Lo primero es que se larguen por dónde vinieron.