Un digno heredero para el jesuita Borja
Gandia recibe al Superior General de la Compañía de Jesús y abordan la colaboración en materia educativa, cultural y social

Sosa en el Palacio Ducal, acompañado de autoridades / Alex Oltra

Gandia
El Superior General de la Compañía de Jesús, Arturo Marcelino Sosa Abascal, ha visitado esta mañana Gandia acompañado por varios representantes de la orden jesuita.
A su llegada al Consistorio, Sosa Abascal ha sido recibido por el alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, junto con la teniente de alcalde de Cultura y exdirectora del Palacio Ducal, Balbina Sendra, el teniente de alcalde Miguel Ángel Picornell, y los portavoces de los grupos municipales PSOE, Compromís Més Gandia, PP y VOX.
Durante el encuentro, celebrada en el despacho de Alcaldía, el Superior General de la Compañía de Jesús ha firmado en el Libro de Honor de la Ciudad, donde ha escrito: “Encantado de visitar por primera vez la ciudad natal de san Francisco de Borja y deseando muchas bendiciones a sus habitantes”.
Posteriormente, el alcalde le ha hecho entrega de un obsequio institucional, el azulejo con la doble corona de Borja, en nombre de la ciudad, como muestra de agradecimiento por su visita y por la estrecha vinculación histórica entre Gandia y la Compañía de Jesús.
En la reunión, ambas partes han abordado temas de interés común, entre ellos la colaboración en materia educativa, cultural y social, dada la relevancia que la orden jesuita ha tenido históricamente en el desarrollo de la ciudad.
Al finalizar el encuentro, la comitiva ha realizado una visita al Palacio Ducal de Borja, donde el Superior General ha podido conocer de primera mano la historia y los detalles de uno de los edificios más emblemáticos de Gandia.
Relación de Gandia con la Compañía de Jesús
Gandia mantiene un profundo vínculo histórico con la Compañía de Jesús gracias a la figura de san Francisco de Borja, IV duque de la ciudad y tercer Superior General de los jesuitas. Después de renunciar a sus títulos nobiliarios y a una destacada carrera en la corte imperial, Borja ingresó en la orden fundada por San Ignacio de Loiola, dejando una impronta imborrable en la identidad cultural y religiosa de la ciudad.
El año 1546 fundó el Colegio de San Sebastián, germen de la que sería la primera universidad jesuita del mundo, hecho que convirtió a Gandia en un referente educativo y religioso en la Europa del siglo XVI.
Ese legado perdura hasta nuestros días y se mantiene vivo en el Palacio Ducal de Borja, en la iglesia de san Francisco de Borja y en las numerosas celebraciones y actividades culturales que continúan recordando la huella de los jesuitas en la historia de Gandia.




