Castelló y Colomina: justicia gastronómica

Alicante

Es de justicia, sobre todo gastronómica, que Alicante le conceda una calle al veterano restaurador Vicente Castelló, quien ha convertido la barra del Nou Manolín en una de las más apreciadas de España. Además, el reconocimiento coincide con el final de la capital gastronómica que nuestra ciudad ha ostentado a lo largo de 2025. Castelló ha hecho feliz a mucha gente en sus restaurantes.

Antonio Colomina era otro restaurador de Alicante. En su bar, El Loro, de Colonia Requena daba de comer bien, por supuesto, pero sin buscar parabienes gastronómicos. Lo suyo también era hacer feliz a la gente, pero sobre todo a la más necesitada. Durante la pandemia, ante la ausencia del Consistorio, en la zona se comió gracias a los esfuerzos de Colomina, de su familia y de unos esforzados voluntarios.

El bueno de Antonio falleció en febrero en un accidente. El alcalde se comprometió con el resto de grupos a que tendrá una calle en su recuerdo. Es cierto que el equipo de gobierno tiene sus prioridades políticas. Mezclar un homenaje y otro no es mezclar churras con merinas ni quitarle un apice de legitimidad al que ha recibido Vicente Castelló. Es pedir que no caiga en el olvido el que merece Colomina. Los dos son homenajes necesarios.

Soluciones inmediatas o alternativas a problemas complejos