Vicente Castelló, un restaurador 'de pellizco'
Cuenta la leyenda que Joël Robuchón se inspiró en el Nou Manolín para crear su famoso L'Atelier. Probablemente, el que fue el mejor cocinero del mundo, como muchos de nosotros, debió pensar que aquella era «la mejor barra del mundo»

Vicente Castelló, Premio Nacional de Gastronomía 2018 a toda una vida / Silvia Cárceles (CADENA SER)

Alicante
Cuenta la leyenda que Joël Robuchón se inspiró en el sistema del Nou Manolín para crear su famoso L'Atelier. Probablemente, el que fue el mejor cocinero del mundo hasta su fallecimiento en 2018, como muchos de nosotros, debió pensar que aquella era «la mejor barra del mundo». “A veces copiaba yo de él”, confiesa Vicente Castelló, alma máter de un restaurante más alicantino que la propia Explanada.
El restaurador barcelonés Paco Meralgo también busco allí a sus musas culinarias, acompañado de su equipo: un barman, un camarero, un cocinero… “¡y también trajeron al contable!”, cuenta con orgullo Vicente. No son los únicos; tampoco los últimos en aprender del maestro.
Vicente Castelló, Medalla de Oro al Trabajo en 2004 y Premio Nacional de Gastronomía 2018 a toda una vida, comenzó a trabajar cuando su nariz apenas alcanzaba la barra del bar de su padre, el Manolín, junto a la Plaza de Toros de Alicante.
Por esa época debió conocer a la hija del dueño del Ponoch, que competía con su padre por servir las mejores tapas de la ciudad. Un buen montón de calabazas después, Vicente Castelló y Vicentina Such se casaron en 1965 y formaron un tándem imbatible en el complejo mundo de la hostelería y la restauración.


"Yo no sé freír un huevo", cuenta Vicente. Vale, la cocina no es lo suyo, pero fuera de los fogones, es un lince: "Cuando voy a una parada del mercado y miro lo que está expuesto, enseguida catalogo. No soy muy listo, pero al ser constante al final aprendes...".
A sus venerables 80 años, Vicente y Vicentina continúan siendo los mejores embajadores de un legado que hoy continúa en manos de sus hijos Silvia y José Juan: Nou Manolín, Piripi, Vadevins y Pópuli Bistró.
Hoy, este hombre afable, sencillo, campechano y ‘de pellizco’ -como su amigo Manzanares-, nos ha acompañado un rato para contarnos esas historias de ‘toda una vida’… Esta ha sido nuestra conversación:




