La constitución de ayuntamientos bizkainos separa aún más a jeltzales y socialistas
El PNV sigue liderando el mayor número de consistorios pese a la fuerte entrada de Bildu y mientras el PSE se desploma.
PNV y PSE han evitado apoyarse mutuamente en los ayuntamientos. La falta de entendimiento le ha costado al PSE perder Trapaga, mientras que Lanestosa ha quedado en manos de Bildu por el apoyo de dos concejales socialistas a los que la dirección acusa de romper la disciplina de partido. El PNV consigue arrebatar Elorrio a Bildu en un pleno marcado por los gritos e insultos de los radicales.
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Los socialistas bizkainos han sido los grandes perjudicados de la falta de acuerdos. Han perdido el ayuntamiento de Trapagaran por el apoyo de Bildu al candidato del PNV que ha conseguido hacerse con la alcaldía. El PSE sólo ha conseguido mantener Barakaldo aunque Tontxu Rodriguez ha contado sólo con los votos de sus 8 concejales, nadie ha apoyado su mandato. Así que los socialistas sólo suman la localidad fabril a los consistorios de Portugalete y Ermua que tenía asegurados.
El PSE pedirá las actas de sus concejales en Lanestosa
El PNV también ha perdido ayuntamientos. El caso más sonado el de Lanestosa donde los dos concejales socialistas han dado sus votos a Bildu para que la coalición abertzale arrebatase la alcaldía al partido jeltzale. Desde el PSE ya se ha asegurado que los dos ediles han roto la disciplina de partido y que se les exigirá devolver las actas de concejales.
Ha sido el único caso de apoyo explícito de los socialistas a Bildu, pero al PNV le ha costado caro el no contar con el apoyo socialista que han votado a sus propios candidatos en localidades como Sopelana o Lemoa, donde las alcaldías quedan en manos de la nueva coalición.
Elorrio, pleno entre gritos
Elorrio ha sido el único municipio donde los jeltzales han conseguido arrebatar la makila a Bildu. El voto del único concejal popular apoyando a los jeltzales ha bastado para que el PNV se hiciese con un feudo tradicional de la izquierda abertzale. La nota negativa, los gritos e insultos que los radicales han lanzado tanto contra el concejal popular como contra los ediles jeltzales.
