La marea se vuelve blanca

El lunes, los diferentes sindicatos que representan a los trabajadores sanitarios de la Comunidad de Madrid, CC.OO., UGT, SATSE, AMYTS, CSIT y USAE, van a comenzar a trazar un calendario conjunto de movilizaciones contra dos de los artículos de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos que el grupo popular ha aprobado en la Asamblea de Madrid con su mayoría absoluta, a pesar de la oposición del resto de grupos.

Artículos que, entre otras medidas, suponen un aumento en la jornada laboral de los trabajadores del sector público madrileño de dos horas y media. Un incremento que, en opinión de los sindicatos, va a provocar que sobre personal, por ejemplo, en los centros sanitarios. Mejor dicho, que va a servir de excusa al gobierno de Esperanza Aguirre para despedir a eventuales e interinos. En total, según los cálculos de los sindicatos, se van a destruir tres mil puestos de trabajo sólo en la sanidad. Pero, al margen de la cuestión laboral, lo que más preocupa a los profesionales es que la calidad de este servicio esencial se va a ver mermada, y hablan incluso de "atentado contra la salud de los madrileños", en palabras del portavoz de Comisiones Obreras en el Hospital Ramón y Cajal, Luis Mancera.

Por eso, aseguran, la lucha no ha hecho más que empezar, con concentraciones a las puertas de los centros de salud que esperan ir repitiendo los próximos días. Su objetivo: lograr que el gobierno de Aguirre negocie con ellos lo que ha impuesto a través de la Ley y evitar una huelga que es el último recurso pero no por ello descartable.

Eso sí, los sindicatos trabajan ya en una gran manifestación que, previsiblemente, a finales de enero va a recorrer las calles de la capital.