Con gritos y bocinazos ha recibido un grupo de empleados municipales a la alcaldesa de Madrid durante su visita al mercado de la calle Ibiza, recién reformado. Ana Botella se ha acercado a ellos durante un instante para tratar de conversar, esfuerzo que ha resultado inútil ya que en ningún momento han cesado los gritos. En una de las pancartas se podía leer: «Contra el despilfarro municipal». Una veintena de empleados municipales han recibido este viernes con bocinazos a la alcaldesa de la capital, Ana Botella, en su visita a un mercado en el distrito de Retiro, en el que la regidora se ha comprometido con éstos a hablar sobre sus peticiones relacionadas con el mantenimiento de los servicios públicos. Con una pancarta de fondo negro y el lema «»Ayuntamiento-Palacio con nuestros impuestos«», los nueve sindicatos con representación en el Consistorio de la capital han reclamado a la alcaldesa madrileña que se sienten a negociar con ellos para tratar la situación de los empleados municipales. Los manifestantes, que esperaban la llegada de la alcaldesa, se han puesto a dar bocinazos, cuando le han visto aparecer. Enseguida, Botella se ha acercado a donde aguardaban con la pancarta y les ha preguntado en varias ocasiones si podían hablar. «¿Podemos hablar?», ha señalado la regidora. La única respuesta que ha recibido ha sido la de una manifestante que le ha contestado: «Ana, no puede ser, no puede ser lo que estáis haciendo... nos estáis robando». Posteriormente, ya dentro del mercado, otro trabajador se ha acercado a la regidora y le ha dicho que le han solicitado varias reuniones y solo han conseguido una con personas que no estaban capacitadas para negociar. La alcaldesa le ha entregado una tarjeta personal y le ha pedido que le llame para tratar el asunto. «Después de tres jornadas de huelga, nos habéis mandado a dos directores que lo único que nos preguntan es por los motivos de nuestra protesta», ha lamentado este trabajador. Esta protesta se suma a las movilizaciones que hace más de mes y medio comenzaron los sindicatos para protestar por las medidas del Plan de Ajuste 2012-2022. Bajo lemas como «»Tapa la Botella. Tapa los recortes y el despilfarro«», todos los viernes trabajadores del Ayuntamiento acuden a su puesto de trabajo vestidos de negro para manifestar su rechazo «a tanto inútil recorte de derechos y en defensa del servicio público de calidad». En el mercado de Ibiza se aguardaba también la visita de la presidenta Esperanza Aguirre, que finalmente no ha acudido. El consejero Manglano la excusaba diciendo que no podía ir porque «estaba trabajando en un proyecto de ley». Dentro del mercado, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha respondido a los trabajadores públicos diciendo que ellos «sufren más» que ella pero «menos» que los parados. «Me gustaría contestar a con los que no he podido hablar diciendo que el sacrificio va a ser para todos los que trabajamos en una administración pública, desde el primero hasta el último», ha manifestado Botella en el acto de inauguración del Mercado de Ibiza. «Es cierto, sería injusto no pensarlo, que hay algunos que sufren más que otros, pero esos trabajadores que están hoy ahí fuera, que sufren más de lo que pueda sufrir yo, sufren menos que los que hoy están desempleados», ha agregado la alcaldesa. Botella se refería a la veintena de trabajadores públicos que la han recibido a su llegada al recinto a bocinazos, con dos grandes pancartas de fondo negro, una con un lema en defensa de la negociación colectiva y «»No a los recortes laborales sociales«», y otra con la leyenda «»Ayuntamiento-Palacio«» con nuestros impuestos«», junto a las siglas de los sindicatos USO, UPM, CPPM, CSI-F, CC.OO., UGT, CGT, CITAM, CSIT. «Todos tenemos que darnos cuenta de una cosa muy simple, tenemos una deuda que no vamos a entrar ahora en cómo y por qué se produjo y tenemos que adoptar medidas si queremos salir adelante, y tenemos posibilidades de salir adelante. Nuestro país tiene unas fortalezas que tenemos que aprovechar, pero todos tenemos que saber que nos vamos a tener que sacrificar», añadía Botella. «O nos salvamos todos de manera conjunta o nos arrepentiremos dentro de unos años cuando miremos hacia atrás», proseguía Botella, al tiempo que ha señalado que «todos hemos cometido errores, las familias, las administraciones públicas, los privados y tenemos que aprender de esos errores que hemos cometido para no volver a cometerlos en el futuro».