Fallece Antonio Meño tras 23 años en coma por una negligencia médica
Una operación de estética le dejó postrado en la cama cuando tenía 21 años. La familia estuvo 522 días cerca del Ministerio de Justicia denunciando el caso
La familia de Antonio Meño ha tirado la toalla y ha aceptado una indemnización por el error médico que dejó a su hijo en coma. Juana Ortega asegura que se siente humillada y que tiene la sensación de haber vendido a su hijo. Tras 22 años de litigio, Antonio Meño recibirá de las aseguradoras más de un millón de euros. En un primer juicio, que perdieron, y que fue posteriormente anulado, los Meño fueron condenados a pagar 400 mil euros por las costas, lo que les llevó a pedir justicia instalándose en plena calle con su hijo."Tengo el pensamiento de que hemos vendido nuestra dignidad y a nuestro hijo y que se ha quedado libre la persona que nos ha hecho tanto daño", ha dicho a las puertas del juzgado. / AGENCIA ATLAS
Tras muchos años de lucha que estuvieron a punto de costarles la vivienda, por la deuda de las costas de los juicios, el testimonio de uno de los cirujanos permitió que se volviera a abrir el caso y que finalmente la familia recibiese una indemnización de un millón de euros en 2011.
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Tuvieron que pasar 22 años para que la negligencia médica que dejó en coma a Antonio Meño tuviera un mínimo reconocimiento. Tenía 21 años cuando entró en el quirófano de la Clínica Nuestra Señora de América por una operación estética de nariz y tras muchos años de lucha que a punto estuvieron de costarle la vivienda a la familia, por la deuda de las costas de los juicios, el testimonio de uno de los cirujanos permitió que se volviera a abrir el caso y que finalmente la familia recibiese una indemnización de un millón de euros en 2011.
Llevaban desde 2009 acampados en la plaza de Jacinto Benavente, cerca del Ministerio de Justicia, para denunciar la situación. El cirujano, Ignacio Frade, se encontró con ellos allí y al conocer lo que estaba sucediendo decidió declarar.
Las partes acabaron firmando un acuerdo económico que la madre de Antonio calificó de miserable, pero que aceptaron porque ya no les quedaban más fuerzas para seguir adelante. Antonio fue enterrado ayer tras 23 años en coma vegetativo.
La madre de Meño: "Esto es una humillación. Hemos firmado porque ya no podemos más"
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