"La cocina es el cordón umbilical de la sociedad con la salud, la economía y la felicidad"

Que Ferran Adrià es uno de los mejores cocineros del mundo es un hecho constatado. Y que buena parte de su éxito ha radicado en la innovación, también. Por eso el chef catalán es la cara más visible y exitosa de una gira organizada por la Cátedra Telefónica que pasará por quince universidades españolas. El objetivo es concienciar del talento de los universitarios y de su responsabilidad en las próximas transformaciones de la sociedad.

Antes de enfrentarse al auditorio que le esperaba en el Palacio de Congresos Conde Ansúrez, Adrià pasó por los micrófonos de la Cadena SER, donde reconoció que hacía al menos tres años que no pasaba por Valladolid. "El problema que tengo ahora es que el mundo es muy grande", reconoció entre risas el dueño de El Bulli.

Adrià se muestra francamente contento con la experiencia que le está llevando por las universidades españoles, y está convencido del talento y la capacidad de estos estudiantes. "Es mentira que los jóvenes no tengan motivación; nosotros vemos un interés grande, la gente está aquí tres horas y podrían estar cuatro o cinco", asegura.

La idea de este tour era establecer una unión entre universidad y sociedad civil, como sucede en otros lugares. "En mi experiencia en Harvard", explica Ferran Adrià, "aprendí que hay que abrir la sociedad a la gente. Cuando los invitados vamos a dar clases nos obligan también a dar otra conferencia abierta al público". A partir de esa base, el cocinero explica su peculiar caso de éxito con el pasado y el futuro de El Bulli, mientras que ponentes de Telefónica exponen también la experiencia de esta empresa. "A veces ponemos a Google o a Apple como paradigmas de innovación, pero Telefónica lleva 90 años haciéndolo", recuerda Adrià.

"Y la conclusión es que no hay una receta, sino la propia de cada uno", confiesa el padre de la deconstrucción culinaria. Con variables como el lugar de nacimiento, el estado sentimental, la situación social o la personalidad, cada uno ha de afrontar su futuro. Y no viene mal algo de pasión, que aunque no es necesaria "hace que no veas el trabajo como tal aunque le eches quince horas".

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El Bully Foundation, su nuevo proyecto

En las charlas, Ferran Adrià cuenta su experiencia en El Bulli. El que fuera proclamado mejor restaurante del mundo en cinco ocasiones se encuentra actualmente cerrado al público, pero está muy presente en los proyectos del que ha sido su gran impulsor. De hecho, ahora ha sido bautizado como El Bully 1846 (en recuerdo del número de platos que allí fueron catalogados), y se va a convertir en un espacio expositivo "que quiere provocar una reflexión en la gente acerca de la cocina de vanguardia y la innovación."

Será una de las tres patas de El Bully Foundation , el nuevo proyecto de Adrià, del que también formarán parte El Bully DNA -"un equipo creativo de 30 o o 40 personas que divulgarán sus creaciones por Internet"- , y la Bullipedia, un archivo de la historia de la cocina destinado a ayudar a la creación culinaria.

El interés actual por los fogones queda patente con la cantidad de formatos televisivos que están surgiendo en los últimos tiempos, como 'Pesadilla en la cocina' o 'Masterchef', y que cuentan con el apoyo del cocinero de Hospitalet. "Alberto Chicote es íntimo amigo mío; es un osito, un cielo de persona, y el programa es divertidísimo. La versión original no me gusta, considero que es muy dura." Y en cuanto a 'Masterchef' nuestro protagonista opina que "es un programa donde tienen que ser duros, porque es un formato de superación."

La cocina no es una moda

No obstante, Ferran Adrià opina que no se trata de una simple tendencia. "Llevo quince años escuchando que la cocina es una moda, y esto no ha hecho más que empezar. Porque la cocina y la alimentación son el cordón umbilical de la sociedad con la salud, la economía o la felicidad." El chef recuerda que "no es lógico que en tiempos de crisis esto funcione, y resulta que sí, porque es de las pocas cosas que nos dan felicidad, que puedes hacer en casa... Por solo cuatro euros una persona puede comer bien. Comemos cada día y los momentos más felices de nuestra vida estás casi todos alrededor de una mesa".

El maestro de los fogones no se moja a la hora de valorar la fama gastronómica de Valladolid, una ciudad cuyas instituciones han apostado claramente por diferenciarse en este terreno. "Es que la cocina española es tan buena que no creo que no haya una provincia donde no haya actuado este virus tan positivo", reflexiona Adrià. "Está bien que cada uno busque su lugar en el mapa e intente innovar; sé que aquí hay una buena escuela de cocina, pero tampoco pueden crearse muchas, para que no haya una burbuja." En cualquier caso, hoy no se puede pensar "a nivel local; todo está globalizado, y desde Valladolid se puede triunfar en el mundo", concluye.