La respuesta a la tragedia del Madrid Arena está en los tribunales

Miguel Ángel Flores, el empresario que organizó la fiesta, sigue en libertad a pesar de que los sucesivos recuentos han probado que vendió más entradas de las permitidas.

Cristina, Rocío, Belén y María Teresa se dejaron la vida en un vomitorio del Madrid Arena pero aquella noche se pusieron en riesgo cientos y cientos de vidas más. Un recinto abarrotado, una noche de alcohol dentro y fuera. El nulo control en los accesos y un servicio médico paupérrimo, originaron la tragedia. Un combinado mortal de avaricia empresarial e ineficacia institucional que deja todavía muchos interrogantes en el plano político y judicial.

Las familias siguen reclamando responsabilidades políticas al Ayuntamiento de Madrid y preguntándose porqué el empresario Miguel Ángel Flores, que utilizaba el Madrid Arena casi en régimen de exclusividad, está en libertad y no ha vuelto al juzgado desde el pasado diciembre.

En Cibeles, es evidente que Ana Botella quedó muy tocada y que la gestión de esta crisis le va a acompañar durante todo su mandato. Ella ha tratado de estar cerca de los familiares de manera prudente y discreta durante estos meses, escuchando peticiones como la del cambio de nombre del pabellón pero es dificil saciar el dolor de la pérdida de un hijo, cuando todo estos meses, solo han venido a demostrar que Flores se saltó aquella noche todas las normas y que lo hizo sin ningún tipo de control institucional.

El caso en los tribunales

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Cinco familias deshechas, 25 imputados y 28 tomos de investigación y 10 piezas separadas. En lo judicial es precisamente donde residen ahora todas las esperanzas de los familiares. La causa la instruye un juez no exento de polémica, el juez Palop, que ha denunciado la falta de medios y al que algunos sectores han acusado de actuar más con el corazón que con la cabeza.

Una instrucción delicada y una realidad que va a marcar sin duda este caso, el sobreaforo probado en los sucesivos recuentos que se han realizado. Es decir, Miguel Ángel Flores vendió un 50% más de las entradas permitidas para ese evento. El principal imputado admitía hace unos dias en una entrevista concedida a El Mundo, que las cosas no se hicieron bien para señalar acto seguido que aquí la responsabilidad es compartida. En el Ayuntamiento, a la espera de lo que ocurra con los altos cargos imputados, dan por hecho, que no se librarán de una responsabilidad civil subsidiaria.