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Condenado a 20 años de cárcel por extorsionar con falsas cartas de ETA

El Tribunal Supremo confirma esta condena para un hombre que intentó extorsionar a una decena de empresarios

El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de 20 años de cárcel para un hombre que extorsionó a diez empresarios enviándoles falsas cartas de ETA en la que les exigía el pago de cantidades que oscilaban entre los 15.000 y 50.000 euros bajo amenaza de convertirse en objetivo de la banda terrorista.

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El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de 20 años de cárcel para un hombre que extorsionó a una decena de empresarios utilizando falsas cartas de ETA. En sus misivas, el condenado exigía a los empresarios el pago de cantidades que oscilaban entre los 15.000 y 50.000 euros, amenazando con convertirles a ellos y a sus familias en "objetivo del brazo armado de ETA" si acudían a la policía o rechazaban pagar este dinero.

Las cartas fueron enviadas desde Madrid en enero de 2008, y todas empezaban con el mismo encabezado: "La Organización Euskadi Ta Askatasuna (ETA), por medio de la presente carta, le hace saber que le considera parte de los responsables de la actual situación de conflicto entre Euskal Herria y el Estado español". A continuación, procedían a exigir el pago de dinero, dando un número de móvil al que el empresario debía enviar sus datos personales para proceder al abono. "Puede que se sienta seguro, pero créame que no lo está", terminaban algunas de las misivas.

Entre las pruebas que tienen en cuenta los jueces para confirmar la condena del acusado, están las declaraciones de una de sus empleadas en su oficina de la calle Génova de Madrid: meses antes de empezar el envío de las falsas cartas de ETA, el condenado le pidió que comprara numerosos sobres y sellos "de similares características a los utilizados para mandar las cartas en nombre de ETA". También que el teléfono móvil que se incautó en su oficina era el mismo que usaba el extorsionador para comunicarse con los empresarios.

Durante el juicio, el condenado alegó que "todo obedece a un complot de su exmujer para vengarse de él", una teoría que los jueces desestiman de plano.

Los jueces del Tribunal Supremo confirman íntegramente la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y le atribuyen diez delitos consumados de amenazas y otro más en grado de tentativa.

 
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