"Big Bang Data": un mundo lleno de datos
El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona explora en la exposición "Big Bang Data" el fenómeno de la explosión de datos que vive mundo actual desde el punto de vista de las artes, la política, la investigación, la innovación y la participación.
Una reflexión sobre algunos hechos muy cotidianos que giran alrededor de los 2,5 trillones de bytes que se generan cada día
La exposición "Big Bang Data" según han explicado sus comisarios, Olga Subirós y José Luis de Vicente, se pregunta sobre la importancia de los datos como "fuente de riqueza potencialmente infinita o como herramienta para construir una democracia más transparente y participativa".
Hablar del Big Bang Data es referirse a 2,5 trillones de bytes generados cada día hasta el punto de que en 2009 se generó la misma cantidad de datos que la Humanidad había producido en toda su historia hasta esa fecha.
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José Luis de Vicente ha recordado que "uno de los cambios de los últimos 15 años es que antes los procesos de creación de información se centraban en los grandes centros industriales o burocráticos de la administración, mientras que hoy eso ha cambiado cuando cualquier persona puede hacer un mensaje en el twitter, colgar una fotografía o enviar un correo electrónico".
La exposición ilustra ese cambio de dimensión, desde el disco duro que hace 50 años tenía el tamaño de un coche y almacenaba el equivalente a una canción en formato mp3, algo que ocupa una minúscula porción del móvil que llevamos en el bolsillo.
A la facilidad de almacenar grandes volúmenes de información a bajo coste se suma otro factor determinante, según De Vicente: la facilidad para producir esta información a través de los millones de sensores que inundan el mundo, como receptores de GPS que monitorizan el transporte de mercancías y pasajeros, dispositivos que miden la calidad del aire en las ciudades, el tráfico en las carreteras o el funcionamiento de las cadenas de montaje.
"Esta revolución de las tecnologías inteligentes se ha llevado a campos como la prensa (periodismo de datos) o a los departamentos de historia (humanidades digitales)", ha indicado.
La exposición, que estará abierta en el CCCB hasta octubre, antes de su exhibición en la Fundación Telefónica en Madrid, aborda la "mercantilización de la intimidad" pues "las plataformas sociales de Internet construyen un perfil extremadamente detallado de nuestras preferencias y nos convierten en un producto", remarca De Vicente.
Tampoco obvia la exposición la nueva relación de poder que se ha abierto con la recogida sistemática de datos de nuestra vida personal, constatada tras las filtraciones de Edward Snowden.
"Si la novela fue la forma cultural del siglo XIX y el cine lo fue en el siglo XX, la base de datos es la forma cultural del siglo XXI", ha resumido el comisario.
Los comisarios lanzan al final del recorrido el mensaje de "la necesidad de preservar valores como la subjetividad y la ambigüedad" para dejar de pensar que todas las soluciones son computables y se encuentran dentro de un servidor, almacenadas en un centro de datos.