"No añoro nada de mi pasado en política"

Hace 8 años que Román Sudupe dejó su actividad pública, "afortunadamente" precisa, pero añade que se encuentra viviendo "la etapa más interesante de su vida" en estos momentos como jubilado. "Yo catalogo mi vida en tres períodos: el de formación, el de la etapa profesional en política, y un tercer período, en el que profundizo mi plano personal". Este azkoitiarra de 67 años, de gran peso político en las últimas tres décadas, prefiere mantenerse actualmente alejado del foco mediático.

"Yo acostumbro a decir que no añoro ni las comidas de Arzak", con esa frase el que fuera Diputado General durante dos legislaturas se refiere a su tiempo en política: una etapa que califica, no obstante, de muy positiva, a la vez que agradece a sus compañeros de partido y al electorado que le hayan dado la oportunidad de estar en esos puestos, pero concluye "es etapa que ya pasó". De su tiempo al frente de la Diputación subraya la oportunidad que tuvo de conocer la riqueza del mundo de lo social y en concreto, a familiares de personas afectadas por una discapacidad.

En su tiempo libre, Sudupe dedica sus horas a la lectura, al recogimiento y a la reflexión, además de la huerta, que le lleva más tiempo del que le gustaría. Ha dejado de lado la lectura de los periódicos porque las noticias que allí lee son negativas (Ébola, economía,..), para entregarse a sus libros que fundamentalmente versan sobre teología y psicología transpersonal.

Preguntado por los tres años del cese de la violencia etarra, Román Sudupe recuerda que durante siete ha años ha estado llevando 'aingeruguardas', como él denomina a los guardaespaldas. "Eso supuso una liberación importante, uno se siente libre y que puedas andar sólo en el monte, yo antes iba a acompañado con ellos porque muchas veces mi mujer no quería ir con ellos" explica. Este histórico peneuvista se acuerda especialmente del día en el que su mujer le comunicó por teléfono el asesinato de Joxe Mari Korta," y como él, tantos y tantos, y familias destrozadas... ¿para qué?" se pregunta.

De formación, ingeniero técnico industrial, su trayectoria laboral estuve ligada en un comienzo a empresas como CIE AUTOMOTIVE, donde regreso por un corto espacio de tiempo justo antes de jubilarse. Román Sudupe fue elegido alcalde de su municipio en 1979, y tras convertirse en presidente de su partido en Gipuzkoa, es en 1984 cuando pasa a ser, durante unos meses, presidente del EBB, la ejecutiva nacional del PNV. Durante el primer mandato del lehendakari Ardanza, ocupó el cargo de Viceconsejero de Interior. En 1991 es nombrado diputado de carreteras, y 4 años después, pasa a ser Diputado General de Gipuzkoa durante dos legislaturas. En abril de 2006, Román Sudupe renuncia como portavoz del PNV en el consistorio donostiarra, tras haber sido apartado un mes antes de su cargo como vicepresidente de Kutxa por "falta de confianza de su propio partido".