Aquellos viejos Reyes Magos

Vitoria

Tal como vemos en la foto de Ceferino Yanguas, del Archivo Municipal de Vitoria, en 1935, al igual que ahora, era tradicional que los Reyes Magos visitaran a los niños hospitalizados y les entregaran los correspondientes regalos. Así lo señala el periódico El Pensamiento Alavés de aquel año, que indica que también visitaron los asilos y el Preventorio Infantil de Estíbaliz.

No obstante este diario ofrece una minúscula reseña a esta cabalgata llamemos oficial y ofrece información mas amplia sobre el recibimiento a los Reyes en la Hermandad Alavesa, una sociedad de orientación carlista. Informa que allí se entregaron juguetes a los niños y que repartieron a los socios obreros sábanas de cama, batas, jerseys, faldas, abrigos, ropa interior, etc. Parece que las carencias eran muchas y eran bienvenidos sobre todo los regalos de ropa.

Faltaba un año y medio para el comienzo de la Guerra Civil y parece que el conflicto se barruntaba ya que en esta recepción un cargo de la sociedad se dirigió a los presentes y entre otras cosas señalo: “En estos momentos más que nunca deben estar compenetrados todos los socios de la Hermandad para que no sean sorprendidos en los tiempos de lucha que nos aguardan”.

En las navidades de 1956/57 habían pasado 17 años desde el fin de la guerra civil y el diario Norte Expres nos da cuenta de los precios registrados en el mercado de navidad. Las carteras seguramente estarían mas bien flojas.

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Curiosamente lo mas caro era un capón que rondaba las 200 pesetas la unidad, mientras que el besugo costaba 22 pesetas el kilo, las cigalas 65 y el bacalao, de 17 a 26. Había pescado de la “costa alavesa”: barbos a 12 pesetas el kilo, loinas a 8 y tencas a 24.

El periódico nos da cuenta de que la cabalgata real desfiló por las calles vitorianas disparándose cohetes a su paso, yendo provistos los acompañantes de teas encendidas con brea, finalizando el recorrido en la Plaza de España donde había un gran belén situado bajo el balcón central del Ayuntamiento. Desde el citado balcón los Reyes se digirieron a los niños y familiares congregados en la Plaza.

En aquel tiempo era costumbre la noche de Reyes poner los zapatos bien limpios cerca de la ventana, dejar unas copas y una botella de coñac para que los Reyes echaran un trago y de esa forma quitaran el frio. También se colocaba un plato con trigo, cebada o maíz para los camellos, que debían estar bien alimentados para la noche de trabajo extra que les esperaba. Hoy día se han modernizado y llegan en tren.

La foto del Archivo Municipal de Vitoria realizada por Arque en ese año 1957, nos presenta a Sus Majestades en la recepción oficial y precisamente les vemos con las botellas de brandy que habían preparado las autoridades, por si necesitan mojar el gaznate para calentar motores.

Nuestro reconocimiento al Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz por las imágenes facilitadas para esta sección.