Artur Mas vincula el avance del proceso soberanista a su investidura

Barcelona

El discurso de Mas, de una hora y media, ha parecido en algunos momentos más dirigido a Mariano Rajoy que a los diputados catalanes. Y es que las referencias al gobierno central han sido constantes.

El candidato a la reelección ha subrayado la mayoría obtenida en las elecciones: “Ya nadie puede atribuirse mayorías silenciosas. Las urnas han hablado y el resultado es claro”.

Según Mas, en casos similares en otros países se han pactado y realizado referéndums, pero “en las democracias de baja calidad, se utilizan los tribunales, los fiscales y la policía para frenar el resultado de las urnas”

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También ha considerado “altamente sintomático” que Rajoy se reuniera con todos los líderes políticos menos con los representantes de Cataluña, “una actitud que roza el ridículo”

Mas cree que hay margen para el diálogo y la negociación con el Estado, pero fija unos objetivos difícilmente asumibles por Rajoy: una legislatura de 18 meses, que culminará el proceso constituyente, diseñará las estructuras de Estado e internacionalizará el proceso. Y se cerraría con un referéndum para votar la nueva constitución catalana.

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Artur Mas reconoce que es un reto gigantesco y una tarea inmensa y por dos veces ha subrayado, en un mensaje que parecía dirigido a la CUP, que “para conseguirlo no sobra nadie”

El candidato también ha desgranado una extensa lista de objetivos para conseguir un país más justo, que van desde un plan de emergencia social para reducir la tasa de pobreza al Banco Central catalán o la Hacienda propia, pasando por potenciar la escuela catalana o dar cobertura a los refugiados sirios.

Después, Mas se ha orientado más hacia la cámara: "Debemos elegir entre subordinación y libertad. Es cierto que hay caminos intermedios, pero no dependen de nosotros, sino de la voluntad del Estado de abrirlos. Desde finales del siglo XIX se ha apostado por terceras vías, más de 100 años, siempre en aras de un encaje razonable dentro del Estado español. Después de tantos años de intentos, ¿dónde estamos? ¿Se nos reconoce como nación?"

Según el candidato, "El Estado no quiere comprender, quiere destruir. Se siente atacado cuando debería sentir es cuestionado"

Y, finalmente, mensaje claro a la CUP: "Sin investidura no hay gobierno definitivo y el proceso quedado atascado, al menos durante un tiempo. Un arranque tan potente requiere un gobierno a la altura de los retos. De nosotros, de la mayoría, depende de que esta semana se orienten bien las velas para aprovechar el viento que nuestro país ofreció a las urnas".

Todo indica que los esfuerzos de Mas no tendrán fruto ni mañana ni el jueves (fecha de la segunda votación). El portavoz de la CUP, Antonio Baños, ya ha reiterado que no votarán su candidatura, al menos esta semana.