Efecto Gaseosa

Valladolid

Dos derrotas, tres empates y dos victorias para sumar nueve puntos de 21 posibles; con estos dígitos el efecto positivo que significó la llegada de Miguel Ángel Portugal empieza a convertirse en 'efecto gaseosa' ya que el Valladolid se deshincha por momentos y se acerca peligrosamente a los puestos de descenso a 2ªB.

El partido transcurrió casi siempre por donde quiso el conjunto visitante que además se puso muy pronto por delante, en el minuto 6 con un gol de Dani Pacheco. Justo lo que necesitaba el 'estilo Bordalás' para florecer. El Valladolid lo intentaba, pero se perdía en la maraña creada en el centro del campo y si lograba salir del laberinto se encontraba con las faltas y la presión a todo campo del conjunto vasco, que por cierto Figueroa Vázquez permitió.

Los chispazos de Villar en esos primeros 45 minutos no fueron suficientes para crear peligro, mal endémico del Pucela de esta campaña. Pueden pasar minutos y minutos y no se ve un sólo disparo a portería. El único llegó en un córner que remató mordido Juanpe y que neutralizó sin problemas Fernando Pacheco. Con el 0-1 se llegó al descanso.

Tras el asueto se produjo la noticia que mantuvo en vilo a todo el mundo. Bordalás se iba indispuesto y tenía que ser atendido de arritmia cardíaca en una ambulancia a la puerta del estadio. No pudo dirigir a su equipo en la segunda mitad, pero por fortuna se recuperó y pudo volver a Vitoria con el resto del equipo en autobús.

En lo deportivo, esos primeros minutos de la reanudación fueron los mejores e hicieron concebir alguna esperanza, pues en el 48 llegaba el gol de Villar con un quiebro y un buen disparo que batió a Pacheco.

Curiosamente este fue el principio del fin, el canto del cisne. El Alavés que estaba contemporizando mientras fue con ventaja en el marcador, tomo el mando del partido al perderla y ya no lo soltó, hasta que en el minuto 67 Kiko Femenía en un disparo largo batía a Kepa, que igual que en el primer gol vasco no pudo hacer nada para evitarlo.

El Valladolid acabó naufragando y dejando al aire las vergüenzas de una temporada plagada de debilidad defensiva, de inoperancia en ataque y de errores y castigos arbitrales.