Frivopolítica

Mérida

En este momento de enorme gravedad de la situación política y social en España, con millones de ciudadanos en la pobreza incluso trabajando, con amplias capas de la sociedad desprotegidas por completo, con una corrupción rampante y con el reto letal de una parte de una comunidad autónoma que declara la independencia, es decir, cuando más falta hacen la seriedad, la coherencia y la responsabilidad, los líderes políticos de todos los partidos, sin excepción, parecen inmersos en lo que podemos llamar la frivopolítica, una forma de hacer política basada en la trivialidad y el espectáculo, y muy alejada de lo que cabe exigir en una democracia responsable.

Descolgarse desde un aerogenerador, subirse a un globo y estar a punto de estrellarse con él, tener un accidente en una carrera automovilística y dar varias vueltas de campana, hacer el ganso en El Hormiguero, disfrazarse de comentarista deportivo quien no ha sido capaz de comentar lo suyo en toda la legislatura, tocar la guitarra ante las cámaras o reunirse con Bertín Osborne en su casa para decir chorradas y retransmitirlas por televisión, todo esto en el prólogo de una campaña electoral clave para España, son pruebas del grado de superficialidad de nuestros dirigentes.

Termina la legislatura con menos cotizantes a la Seguridad Social y con 300 millones mensuales menos de recaudación que cuando llegó Rajoy al gobierno, lo que demuestra que el paro real ha aumentado. Termina la legislatura con la mayor fractura en desigualdad y en cohesión territorial de las últimas décadas. Y lo que vemos los ciudadanos es a estos gobernantes y estos dirigentes haciendo payasadas. Para llorar.