Cae una red que estafaba mediante el alquiler de pisos falsos
Los agentes calculan que son más de 200 los afectados en todo el país con un perjuicio económico ocasionado superior a los 210.000 euros

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Madrid
La Policía Nacional ha detenido a 13 personas que conformaban un grupo especializado en estafar mediante el alquiler de falsos pisos para periodos vacaciones con un saldo de más de 200 afectados en todo el país y un perjuicio económico ocasionado superior a los 210.000 euros.
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Según ha informado este jueves la Jefatura Superior de Policía, a todos los detenidos se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, estafa, falsedad documental y usurpación de identidad. Los 13 arrestados figuraban como titulares de las cuentas bancarias beneficiarias ('mulas'), y tenían acceso al ilícito beneficio.
Las investigaciones se iniciaron en el mes de julio del año pasado, tras la denuncia de dos personas que se habían interesado por el alquiler de dos viviendas para sus vacaciones anunciadas en diversas páginas de Internet. Después de haber ingresado varias cantidades de dinero en concepto de reserva de los inmuebles, los agentes descubrieron que estos no estaban en alquiler o que, en caso de estarlo, no pertenecían a quienes se presentaban como arrendadores.
Para ofrecer "apariencia de legalidad", los supuestos arrendadores entregaban un contrato de alquiler a nombre de una persona a la que, en realidad, había usurpado su identidad. Además, en muchas ocasiones, acompañaban al contrato con una nota simple del Registro de la Propiedad que estaba falsificada y en la que figuraba igualmente como titular la misma persona a la que había usurpado la identidad.
Algunas de las personas perjudicadas de la usurpación de identidad habían sido, previamente y a su vez, víctimas de las estafas, puesto que para formalizar el contrato de alquiler, se les había pedido que enviasen una copia de su documento nacional de identidad, que posteriormente había sido utilizado para usurpar su identidad en posteriores estafas a terceros.
Los integrantes de este grupo organizado contactaban con las víctimas mediante diferentes direcciones de correo electrónico, sin tener un trato directo con los clientes y en servidores de empresas ubicadas fuera de España. Utilizaban direcciones IP que camuflaban bajo otras o usurpaban algunas de ellas mediante complejos procedimientos informáticos.
Otra vía de contacto con las víctimas que también les permitía no tener un trato directo con ellas eran las numeraciones telefónicas, que resultaban ser en su mayoría tarjetas prepago compradas con documentación falsa o de terceras personas a las que se usurpa su identidad. También a operadoras que facilitan los servicios por Internet y a las que les constan los datos que el titular de la línea remite por dicho medio.
Las investigaciones, que continúan abiertas al objeto de detener a más integrantes de la organización, han sido desarrolladas en conjunto por la Comisaría de Distrito de Hortaleza-Barajas (Madrid), agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial, pertenecientes estas dos últimas a la Jefatura Superior de Policía de Madrid, y agentes del Grupo de Fraudes Tecnológicos de la Brigada Regional de Policía Judicial de Zaragoza.




