Fernando II de Aragón, el pionero de la "razón de Estado"
Las instituciones aragonesas han rendido hoy un sobrio homenaje a Fernando el Católico, en el quinto centenario de su muerte en Madrigalejo
El historiador García Cárcel, durante su ponencia "La significación de Fernando el Católico, ayer y hoy", en el Salón del Trono de La Aljafería / GOBIERNO DE ARAGÓN
Zaragoza
Un lugar cargado de simbolismo, el Salón del Trono, en La Aljafería, ha sido el escenario elegido para conmemorar el V centenario de la muerte de Fernando II de Aragón, el Católico; palacio de uso real por los Reyes Católicos y actual sede de las Cortes de Aragón.
Un acto que ha estado presidido por el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, el presidente de las Cortes, Antonio Cosculluela, el presidente de la comunidad Autónoma, Javier Lambán, y la alcaldesa de Sos del Rey Católico, María José Navarro, y que ha repasado la figura de Fernando el Católico como monarca aragonés y su influencia en Castilla y en Europa.
El encargado de repasar su figura fue el Premio Nacional de Historia 2012, Ricardo García Cárcel, centrándose especialmente en cómo ha tratado la historiografía a la figura de Fernando el Católico y que no le ha hecho justicia, "víctima de una doble polarización; ambas negativas", como la óptica castellana, que ensalzó a Isabel la Católica y la óptica nacionalista catalana del siglo XIX, que le hacía "responsable de los males de Cataluña".
En su conferencia, García Cárcel defendió que el matrimonio entre Isabel y Fernando "no abrió una unidad orgánica nacional como tantas veces se ha repetido, sino un régimen confederal de las dos Coronas - Aragón y Castilla - , con sus respectivas peculiaridades distintivas", remarcó García Cárcel. Es más, con peculiaridades "que se dan dentro, incluso, de los reinos que componen las dos coronas".
Con Fernando, nació el "hombre moderno", el dirigen modelo de "El Príncipe", de Nicolás Maquiavelo, porque el monarca aragonés practicó "los tres principios" de su pensamiento: "la virtud, la fortuna y, sobre todo, la necesidad", un principio "entendido como argumento supremo avalador de las decisiones políticas". Su legado más representativo es que fue "el pionero de la razón de Estado moderno".
En el acto también participaron 6 niños de Sos del Rey Católico que glosaron algunos hechos de la vida de Fernando II de Aragón, conformando su escudo real.
