Valentía y responsabilidad
José María Pagador, periodista y escritor, analiza la figura de Pedro Sánchez en la coyuntura que protagoniza intentando formar gobierno para España
Valentía y responsabilidad
02:03
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/000WB1046620160211104535/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Mérida
Si algo caracteriza a Pedro Sánchez es la valentía y la responsabilidad. Su paso adelante con el encargo del Rey de formar Gobierno es el gesto de un hombre de Estado, pero también el de un político audaz, tenaz e inteligente. Nadie en la historia de la democracia española y probablemente europea, quitando los casos de Italia o Bélgica, ha tenido tantas dificultades para formar un gobierno. Además de la lucha contra su frente interno, que está ganando de la manera más democrática que existe, con el anuncio de una consulta a las bases, hay que añadir la dificultad colosal de los antagonismos existentes entre sus posibles aliados y entre estos y él mismo. Pese a todo, el acuerdo es posible.
España puede tener en pocas semanas un gobierno progresista que enderece el rumbo del cuatrienio negro del PP, que gobernó y legisló para los ricos y los poderosos de este país. Parece difícil, pero más difícil era el apoyo de los anticapitalistas y antisistemas de la CUP a los derechistas de CIU para la Generalitat y ese pacto se ha producido. Igual de difícil era el acuerdo entre el Partido Socialista portugués y los comunistas, separados por décadas de absoluto antagonismo y enemistad, y ahí están, gobernando Portugal con una alianza de progreso.
Pedro Sánchez puede tener éxito o puede fracasar en esta tarea formidable de formar gobierno en tan duras circunstancias, pero, salga lo que salga, no hay duda de que su figura, con su juventud, su preparación y sus demostradas cualidades de estadista, va a quedar reforzada para cualquier solución de gobernabilidad en la España del presente y del futuro. Los que lo infravaloran vuelven a equivocarse.