“No se puede poner nombre gitano a un problema social”

Bilbao

En Ollerías, llevan trece años con la misma problemática, la continua oleada de robos y asaltos. Esther, de la asociación de vecinos de Atxurigorri, asegura que todo apunta a una sola familia gitana “es la matriarca la que utiliza a los menores para delinquir sabiendo que no irán a la cárcel”. Han intentado resolver el problema por su cuenta mediante diferentes encuentros con asociaciones del barrio, “hasta los propios gitanos nos han dicho que es imposible hablar con esa familia y hacerles cambiar”.

Oskar Vizarraga, vicepresidente de la Asociación Kale Dor Kayiko, cree que es un problema de degradación urbanística y de falta de coordinacion entre recursos, “no es un tema de etnias, no podemos poner nombre gitano al problema, las culpables no son las personas en última instancia”. Algo en lo que coincide Piru, vocal de la Asociación Vecinos de Zorroza y añade que es un tema sensible desde los años 80 y “no se ha avanzado nada”. Recuerda que son zonas degradadas urbanísticamente que se convierten en zonas degradadas socialmente y hace un llamamiento a las instituciones para dar con una solución, “es necesaria una implicación por parte del Ayuntamiento, Diputación y Gobierno Vasco y no solo en Zorroza”.