La voz de la diáspora armenia
El Festival de Cine y Derechos Humanos programa 'Oihalak adarretan-Telas en las ramas', sobre el genocidio que sufrió el país
San Sebastián
El cineasta guipuzcoano Juanmi Gutiérrez ha reunido en el documental Oihalak adarretan-Telas en las ramas algunas voces de la diáspora armenia, relatos de vivencias diferentes unidos por el mismo sentimiento "sagrado y doliente" hacia su tierra.
Del filme, que se proyecta mañana en el XIV Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián, ha hablado hoy su director en una rueda de prensa en la que también han intervenido dos de los participantes en el documental, el vasco Joseba Intxausti y la armenia Hélène Handalian.
Los recuerdos, el amor al país, el genocidio del que esta semana se cumplirán 101 años y los problemas actuales de este pueblo del Cáucaso afloran en los testimonios de los protagonistas de Oihalak adarretan, algunos de los cuales también se han recogido en Armenia.
Gutiérrez ha explicado que el propósito de este trabajo es el de "abrir puertas", acercar al público "a realidades muy cercanas que nos son desconocidas".
"Del pueblo armenio apenas sabemos nada. Se habló un poquito el año pasado con motivo del centenario del genocidio, pero está casi olvidado", ha señalado el cineasta, quien ha elegido para el título la costumbre armenia de atar un pedazo de tela a la rama de un árbol para ver cumplido un deseo.
Ha comentado que viajó a Armenia en un viaje turístico organizado y la guía que les mostraba los lugares de visita les explicó qué ella había decidido ayudar a su país y no abandonarlo como han hecho muchos otros durante años, los últimos para huir de la grave crisis económica de esta república que fue parte de la URSS hasta 1991 y cuya diáspora duplica con creces a sus 3 millones de habitantes.
Decidió entonces conocer las motivaciones que habían llevado a muchos armenios a abandonar su tierra y a instalarse en comunidades como la valenciana, la catalana y la vasca, a las que se ha desplazado para realizar sus entrevistas.
Logró también la colaboración del músico Ara Malikian, nacido en el Líbano aunque de ascendencia armenia, a quien filmó tras las bambalinas del teatro Victoria Eugenia de San Sebastián el pasado año antes de presentar su espectáculo "15".
No le fue posible, sin embargo, contar con otro famoso de origen armenio, el cantante francés Charles Aznavour, a quien cree el "blindaje" que le rodea frustró su intento. "Estoy convencido de que a él nadie le dijo nada", ha asegurado.
Tras rodar "Telas en las ramas", Gutiérrez concluye que Armenia "es un pueblo de sufridores, muy acogedor, que te enamora".
Hélène Handalian, que está afincada en San Sebastián y algunos de cuyos antepasados perecieron a manos del imperio otomano, da la razón al cineasta. "Sí, el armenio es muy nostálgico, echa de menos a su país", afirma