Victoria de equipo grande en Hospitalet

Alicante

Hay días, partidos, en los que un equipo debe demostrar de qué está hecho. Si tiene la madurez necesaria para encarar la hora de la verdad. Si el rival ayuda, mejor, pero hay que hacerlo. Debía demostrarlo el Hércules tras la victoria del Cornellà ante el líder que sacaba al equipo de puestos de promoción. Y lo hizo goleando y aprovechando el tropiezo del Lleida.

Ayudó que el rival saliese al campo como si tuviera la permanencia garantizada y estos partidos sobraran. Y ayudó Aulestia, que salió a por uvas en el primer gol blanquiazul, el primero de Atienza en la tarde. Un chispazo de dos minutos tras ese tanto acabó con el choque. Miñano y Chechu sacaron la escuadra y el cartabón para trazar una jugada definida a la perfección por el goleador Mainz. Siete goles desde que llegó en enero. El fin del debate del nueve.

Para entonces, el equipo local ya había desaparecido y las ocasiones alicantinas se sucedían. Aulestia, en parte, enmendó su error en el primer gol con paradas de mérito, aunque el daño ya estaba hecho. Se llegó sólo con dos tantos al descanso aunque las sensaciones decían que, en lo referente a los puntos en juego, esto estaba acabado.

En la reanudación, y problablemente tras bronca del técnico local, el conjunto catalán salió con otra actitud. Se desvaneció con el panalti a Javi Flores que anotaría Chechu a los pocos minutos del segundo acto. Se acabó el partido. Los locales poco hicieron por maquillar el resultado y Mir decidió hacer cambios pensando en el futuro inmediato. Al partido sólo le quedó el doblete de Atienza, central con careta de goleador en Hospitalet.

Este triunfo pone al Hércules tercero, a sólo dos puntos de los dos primeros, y con una renta de otros dos sobre cuarto y quinto. Todo por hacer pero sin límites en las dos últimas jornadas. Pero las sensaciones que dejan los de Mir en estos últimos partidos son de equipo grande. Llega el conjunto alicantino en el mejor momento al mejor momento.