Gorvachov y González, la apertura de Europa
Los Premios Europeos Carlos V reconocieron al último presidente de la URSS y al presidente español que integró España en Europa.
Plasencia
Los Premios Europeos Carlos V reconocen aquellas personas que han contribuido al crecimiento y consolidación de la idea de una Europa unida, pero también la contribución a una creación de una Europa social.
En este último aspecto se enmarcan los premios entregados a Felipe González (Sevilla, España, 5/03/1942-) y a Mijail Gorvachov (Privólnoie, URSS, 2/03/1931-) en los 2000 y 2002 respectivamente.
Dos figuras que desde sus respectivas posiciones como jefes de gobierno y estado promovieron la idea de libertad, responsabilidad social y ciudadanía.
Mijail Gorvachov fue el último Jefe de Estado de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) entre los años 1985 y 1991. Unos años en los que sus principales políticas, la glasnost (liberalización, apertura, transparencia) y perestroika (reconstrucción), alejaron el temor de una tercera guerra mundial entre las dos superpotencias (URSS y USA).
Las dos políticas de Gorvachov tuvieron como consecuencia, no deseada, la disolución de la URSS y la caída del “Telón de Acero” entre el Este y el Oeste de Europa con la caída de los regímenes comunistas en el Este Europeo que comenzó con la caída del muro de Berlín de 1989. Gorvachov como jefe de Estado de la URSS decidió no intervenir en la descomposición de estos estados a diferencia de lo ocurrido en la revolución húngara (1956) o la Primavera de Praga (1968).
De la misma manera en el interior de la URSS las políticas de Gorvachov trataban de dinamizar la economía rusa y dar pequeñas libertades ciudadanas y políticas a los habitantes de uno de los países más grandes del mundo.
Las tensiones entre reformistas, que pedían unas reformas más rápidas, y conservadores, que no estaban de acuerdo con la ruptura con el dogma marxista-leninista, propiciaron el golpe de estado de 1991. Un golpe de Estado por parte del aparato más conservador del Estado pero frenado por los reformistas, pero que forzaron a Gorvachov a dimitir y a la disolución de la URSS.
Por su parte Felipe González, presidente del gobierno de España entre 1982 y 1996, destacó durante su etapa de gobierno por propiciar la Europa Social, apoyar la ampliación Europea a los países del Este. Además se le reconoció con ese premio la inclusión del concepto de “ciudadanía europea” en la realidad social y legal no sólo de España sino de Europa.
Felipe González tuvo que hacer frente en su primera etapa de gobierno no sólo a la inclusión de España en el marco del Comunidad Económica Europea, sino también a nivel interno del fin de la transición y la normalización democrática de España, desmontando las estructuras supervivientes del régimen franquista y su negativa al nuevo régimen democrático como se mostro en el golpe de Estado fallido del 23 de febrero de 1981.
A nivel internacional el gobierno de González trato de incluir a España en las diferentes organizaciones del ámbito occidental como fue el mantener a España en la OTAN y la entrada Comunidad Económica Europea en 1986. Así como fue el mediador entre la CEE y terceras potencias como fueron la URSS, Latinoamérica y propició la Conferencia de Madrid en la que se trató de que Palestinos e Israelíes cesaran las hostilidades en Oriente Próximo.