La visita que no fue

Sevilla

El ayuntamiento da por bueno todos los preparativos realizados de cara a la anunciada visita de Barak Obama, que finalmente se canceló en la madrugada del sábado. La primera teniente de alcalde, Carmen Castreño, pone en valor la repercusión que ha tenido a nivel mundial el hecho de que la ciudad haya estado en la agenda oficial del presidenta de los Estados Unidos, y asegura que "hemos estado en el escaparate mundial". El alcalde, tras conocerse el cambio de planes, envió una carta a la Casa Blanca invitando personalmente a Barak Obama y su familia a que visiten la ciudad "en otra ocasión".

Con motivo de esta visita, el Ayuntamiento sevillano había acordado un regalo institucional para el mandatario estadounidense que en todo caso enviará a Barack Obama y que consiste en una bastonera artesanal, realizada a modo tradicional de los alfareros de Triana, con pigmentos verde cobre sobre esmalte de acuerdo con la técnica de sobrecubierta.

Desde la Asociación de Hoteles de Sevilla, su gerente Santiago Padilla, destacan que ya está teniendo efectos en el turismo la repercusión de todos los preparativos de la visita.

La directora del Hotel Colón, Rosana González, en declaraciones a Radio Sevilla este sábado, reconocía que la plantilla estaba "desolada", después de todo el trabajo y la ilusión que se había puesto en preparar la estancia de Barak Obama. "La experiencia ha sido increíble", destacando cómo se ha volcado el personal del hotel y todo el equipo norteamericano que ha trabajo con ellos. "Nos quedamos con el orgullo de ser el hotel elegido por el presidente de los Estados Unidos para su estancia en España".

Los hosteleros, que también tenían muchas expectativas en torno a la visita y con la esperanza puesta en una foto de Obama tomando una tapa en alguno de los establecimientos del centro de la ciudad, confían en que visite Sevilla con su familia, respondiendo a la invitación realizada por el alcalde. El presidente de la patronal, Pablo Arenas, reconoce que "aunque no nos han dejado demostrarlo al mundo, Sevilla está preparada para recibir visitas de este nivel".

La ciudad, volcada en los preparativos desde que se conoció que Barak Obama vendría de visita a su paso por España, este fin de semana ha recuperado la normalidad. El Real Alcázar, cerrado el sábado, ya el domingo abrió como siempre, con presencia de grandes colas que, ante las altas temperaturas que se registraron (con máximas de 40 grados), el ayuntamiento activó un dispositivo especial de la policía local para atender a los visitantes.

El dispositivo de tráfico se desactivó en la mañana del sábado y poco a poco se fue recuperando el ritmo normal de la ciudad, que tenía preparado un dispositivo especial conformado por 500 efectivos municipales e integrado por agentes de la Policía Local de Sevilla y efectivos y trabajadores de Bomberos, Protección Civil, CECOP, Movilidad, Tussam, Lipasam, Emasesa, Parques y Jardines, Urbanismo, Servicios Sociales, Zoosanitario y el Real Alcázar de Sevilla, entre otros servicios municipales, además del 061. En el mismo participaban de forma coordinada los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la Casa Real y la Embajada de Estados Unidos en España, que habían colaborado durante un mes de trabajo previo con diferentes áreas del Consistorio hispalense.