Cristina García, ADN encarnado

Ávila

Cristina García García tiene 81 años, es madre de seis hijos y abuela de cinco nietos. Es una de las aficionadas mas veteranas del Real Ávila Club de Fútbol que ha cumplido su 93 aniversario el pasado ocho de agosto.

La "abuela del Real Ávila" es muy conocida por aficionados y simpatizantes que acuden habitualmente al estadio Adolfo Suárez. Al principio, acudía a su asiento en la grada general, mas tarde cuando empezó a tener problemas en la cadera se abonó en tribuna y en la actualidad, el club le ha habilitado un espacio en primera línea, para que pueda disfrutar de los partidos con su silla de ruedas. 

Acompañada por nietos e hijos, Cristina ha estado acudiendo a todos los partidos tanto en la ciudad como fuera en los últimos treinta años. La pasada temporada por cuestiones de salud "solo" se acercó a los encuentros locales. La abulense, que fue emigrante en Alemania, lleva 30 años siguiendo al club y ha hecho a sus hijos y nietos aficionados y abonados, teniendo en la familia mas de diez carnets de socios del Real Ávila.

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Esta "chica de oro"  es muy querida por socios y por jugadores. Tras el ascenso, la plantilla le hizo un homenaje. Los jugadores, tanto los que forman la actual plantilla como Josito o Llorian como los que ya no están, citaron a Cristina en el Estadio y confabulados con su nieta, llevaron a cabo su "pequeña trampa" como ella lo denomina, haciéndole entrega una camiseta firmada por todos. 

Lo que realmente le preocupa a Cristina  es la posibilidad de que el club de su vida, desaparezca. Tras el descenso,  el club abulense estuvo a punto de no poder competir y gracias a gente como la veterana aficionada pudo continuar. La seguidora del equipo encarnado llegó a trasladar su ofrecimiento a la directiva para limpiar las instalaciones del estadio de forma altruista, para darle al estadio la imagen que se merece.

"Una ciudad como Ávila necesita un equipo de fútbol consolidado y mas arriba" afirma Cristina García, pide a los ciudadanos  "mas compromiso con el club" y cree que "entre todos se puede sacar adelante y  el equipo con apoyo puede llegar muy lejos".

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La abulense no ha dejado de seguir al Real Ávila a pesar de todas las dificultades que ha tenido en su vida tales como: la muerte de su marido tras una larga enfermedad durante la que estuvo a su cuidado, o sus problemas de salud actuales que le hacen permanecer acostada o en un silla de ruedas durante gran parte del tiempo.

La aficionada, que ya es casi una institución en el club, se encuentra emocionada con el comienzo de la nueva temporada, le gusta la nueva directiva y la plantilla que se está formando, y espera que el Real Ávila acabe la competición "muy, muy arriba".