Sin agua no hay vino
Las previsiones de producción de vino caen debido a los efectos de la sequía. Así lo perciben en la DO Cariñena y en la comarca Campo de Borja
Zaragoza
El calor y la falta de precipitaciones, que están afectando este año a todo Aragón, han provocado un retraso en la maduración de la uva. Por eso, la vendimia ha comenzado más tarde y la producción de vino será menor para la Denominación de Origen de Cariñena. Es una de las consecuencias más de este problema mediambiental. Una situación similar se vive en la comarca Campo de Borja, que no ha visto llover desde mayo, a excepción de 10 litros que cayeron durante el mes de julio.
En la Denominación de Origen Cariñena, ahora se han iniciado los primeros trabajos de recolección de la uva, que este curso se han demorado , y que se prolongará hasta las primeras semanas de noviembre.
"El efecto de la sequía ha sido contraproducente, se ha retrasado la maduración y va a reducir nuestras expectativas. Habíamos estimado recoger 82 o 83 millones de kilogramos y no creemos que vaya a sobrepasar los 71", ha asegurado Antonio Ubide, presidente de la Denominación de Origen Protegida de Cariñena.
Aun así, desde la Denominación esperan aumentar las ventas en este curso y terminar el año con un crecimiento de entre un 5 y un 7%.
Mientras tanto, en el Campo de Borja, esta sequía se traduce en una cosecha de uva entre un 20 y 25% menor al año pasado y en que la almendra esté abriendo su fruto con mucha dificultad.
Los agricultores del Campo de Borja llevan todo el verano mirando al cielo a la espera de lluvias, que no se registran desde mayo. Las altas temperaturas registradas en el mes de septiembre tampoco ayudan a mejorar la situación. Según Luis Javier Azcona, viticultor afiliado a la UAGA, "si en este mes cayera lluvia suficiente, podría haber una cosecha de buena calidad". En caso de no caer, se prevé merma de kilos.
También para el almendro que debido a la falta de agua está teniéndolo complicado para abrir su fruto.