“El virus que incuba la violencia psicológica deriva en la violencia física”
Elena sufrió maltrato psicológico durante años, una experiencia que volcó en su libro "Morir o crecer"
REPOR MALTRATO PSICOLÓGICO
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Sevilla
Se puede maltratar a una persona física, pero también, psíquicamente. La sociedad ha ido, poco a poco, dando visibilidad a lo que en el pasado eran "asuntos privados", o "crímenes pasionales". Pero ¿qué ocurre cuando no tienes un brazo roto o un ojo morado para enseñar a la policía o la justicia? Las propias víctimas tardan años en darse cuenta de que lo son.
Elena vivió esa experiencia durante más de una década. Ella nos da la clave. La violencia física es el final. Antes hay años de insultos y voces. Sentimientos de culpabilidad de la víctima. "Yo le pongo nervioso", "esto es una mala racha" o esconderlo todo bajo la alfombra de la depresión. Elena no identificaba todo ello como "maltrato". Con la perspectiva que da el tiempo, reflexiona y comprende que todo aquello fue un proceso en el que quien empieza por no dejarte tomar decisiones, pasará al insulto, llenará la relación de tensiones y miedos y, probablemente,-como fue en su caso-, terminará dando una bofetada.
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Llegados a este punto, cuando Elena intentó romper es bucle se encontró con una dificultad. Demostrar el maltrato psicológico es difícil y la víctima tarda en recuperarse. Lo que años se sufrió, tarda en años en curarse.
Sus primeros pasos fueron hacia el Instituto Andaluz de la Mujer. Durante un año asistió a terapias de grupo. Se sentía perdida y como forma de catarsis, empezó a escribir. Trasladaba al papel su propia historia para poder enfrentarse a ella de manera objetiva. Aquello le ayudó tanto que decidió continuar y así fue como escribió "Morir o crecer".
El libro para Elena fue una buena terapia porque le permitió sacar fuera el dolor. Dice también que lo escribió por sus hijos. Eran pequeños cuando vivió todo aquello y ahora, podrán comprender mejor sus decisiones. Ayudar a otras mujeres, fue también una importante motivación.
"Yo estaba ligada laboralmente a mi exmarido, llevaba más de dos décadas a su lado y si yo pude salir, ellas también. Tenía dos opciones. O morirme en un rincón psicológicamente y entrar en depresión o crecer"
¿Y las mujeres más jóvenes? ¿Están más preparadas para reconocer y evitar el maltrato psicológico? Elena trabaja con jóvenes y cree que no. Le asusta, incluso, detectar pasos atrás. Chicas que cambian de amigas porque su novio no las consideran apropiadas para ellas o que ceden derechos sin darse cuenta de lo que están haciendo. Por ejemplo, dice Elena que se encuentra con muchachas que permiten que su novio les controle el móvil y con quien hablan por WhatsApp. No comprenden que es su derecho a la intimidad lo que están entregando."Es muy preocupante. Es el virus que incuba la violencia psicológica y que deriva en la violencia física."
En su caso, comprendiendo el pasado se la ve cómoda en su presente. "Mi crecimiento empezó en el momento en que decidí acudir a profesionales para denunciar la situación. Empecé a liberarme y a crecer".