Aún hay mucho en juego

Bilbao

Con la tranquilidad que, sin duda, da el tener ya la clasificación garantizada, el Athletic tiene que evitar confiarse o minimizar la importancia de la última jornada de la fase de grupos de la Europa League. Será dentro de dos semanas, el jueves ocho de diciembre, en Viena.

Los austríacos están eliminados. No se juegan nada, pero sí lo hace el equipo de Valverde. Ahora mismo, el Genk, también clasificado, lidera el grupo F, por lo que de lo que hagan los belgas en Italia frente al Sassuolo, eliminado matemáticamente, dependerá el futuro del Athletic.

Para ser primeros de grupo, la cuenta es sencilla: mejorar lo que haga el Genk. Esto es, si los belgas empatan, al Athletic le serviría solo la victoria; si pierden, tanto el empate como el triunfo serían válidos. Sin embargo, en el caso de que el Genk se imponga al Sassuolo, sería el conjunto belga primero matemáticamente, dejando sin opciones al Athletic.

Esto es así porque, según los criterios de la UEFA, a empate a puntos y goles en los enfrentamientos entre ambos equipos en esta fase de grupos, lo determinante son los goles a domicilio. Y es en ese coeficiente donde el Genk se apuntó tres goles en San Mamés y el Athletic ninguno en Bélgica.

IMPORTANCIA DE SER PRIMERO

En caso de pasar como líder del Grupo F, el Athletic tendría una doble ventaja en el sorteo del próximo doce de diciembre en Nyon (Suiza). Evitaría medirse a otros primeros -Ajax, Roma, Schalke, Shakhtar Donetsk, Sparta Praha y St. Étienne ya se han asegurado esa condición- y a los equipos repescados de la Champions League -el único ya garantizado es el Borussia Mönchengladbach, habrá otros siete-. Además, disputaría el partido de vuelta de 1/16 de final en San Mamés.

Una próxima eliminatoria que ya tiene fechas: la ida se celebrará la semana del 16 de febrero de 2017 y la de vuelta, una semana después, el 23 del mismo mes.