La eterna sinfonía

León

La primera parte toca a su fin. La Cultural no encuentra rendijas en la poblada y eficiente defensa burgalesa. Bota un córner, Gallar recoge el rechace y cambia de sentido el ataque. El balón llega a Colinas, controla y sirve un centro medido. Aparece solo Zuiverloon en el punto de penalti. El agujero parece un socavón. Cabezazo y gol. La espera ha merecido la pena. Se avecina otro chaparrón de fútbol de alta escuela tras el intermedio, la eterna sinfonía blanca.

La séptima victoria consecutiva en el Reino de León obligó a la Cultural a buscar nuevas fórmulas ofensivas porque el Burgos le redujo como nadie, encontrando sentido a su defensa de cinco en la que el capitán Andrés variaba su posición a la espera de una presa por su costado. El libreto de Mandiola se desplegó a lo ancho, aunque el campo se le quedó muy largo. No chutó a portería en todo el partido, pero llenó de minas su área.

Dominador con la pelota como de costumbre, la Cultural no encontró continuidad ni progresiones en sus acometidas. Cercado el interior, resultó poco desquilibrante en el exterior. Sin embargo, movió de un lado para otro el balón tras el que el Burgos corrió. Se vieron más envíos en largo de Vallejo de lo habitual y centros directos buscando a Benja, que,  en la única acción de peligro, ganó la partida a Uxío y cabeceó por encima de la portería.

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El tiralineas de Gallar decidiendo desde la derecha, su posición de partida, avivó el ritmo del ataque. Benja quiso devolverle el pase de apertura, pero la zaga evitó el remate a placer del catalán, de cuyas botas nació la jugada que cambió el signo del encuentro. Remató Zuiverloon la pelota...y buena parte de las aspiraciones del Burgos.

Y para no perder la costumbre, la Cultural regaló cuarenta y cinco minutos de ensueño a su afición. Desde la primera jugada en la que Colinas, bajo palos, malograba un servicio de Benja. "¡Tierra, trágame!", debió gritar el donostiarra, al que el larguero le desvió el disparo de la redención con Lechuga batido. El meta fue acorralado. Gallar, de libre directo, estrelló el balón en la cruceta y el posterior testarazo de Iván González fue invalidado. La posición del capitán era ilegal, como la de Colinas cuando remachó a gol un tiro de Benja despejado por el arquero.

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Ocasiones y más ocasiones elaboradas con un juego exquisito, ágil, veloz, preciso...Había llegado la hora del recreo. Yeray, impulsor, Mario Ortiz, mantenedor, y Gallar, agitador, sobresalieron. El segundo gol cayó como la fruta madura. Ni la corta diferencia del marcador pareció preocupar. En cualquier momento llegaría el mano a mano. Así fue. Toni filtró para Gallar, que se hizo el espacio necesario para encarar y batir a Lechuga entre sus piernas.

Acababa de entrar en el partido Álvaro Montero como solución para los de Mandiola. Su efecto se evaporó de inmediato. La Cultural ya había impuesto su ley y se dedicó a ampliar el rondo, a disfrutar del remate de Viti en la posición de ariete (se lució Lechuga) y a cruzar los dedos cuando la rodilla de Zuiverloon alertó al personal. Fue el propio jugador el que abortó la salida al campo de Morgado. Atendió De la Barrera, que ni siquiera agotó el cupo de cambios. Se despidió la afición, rendida a un equipo único. El destino concede un premio mayúsculo. Se llama Santiago Bernabéu.

CULTURAL 2: Vallejo; Bastos, Zuiverloon, Iván González, Forniés; Yeray, Mario Ortiz; Gallar, Toni, Colinas (Jorge Ortí, 73'); Benja (Viti, 88').

BURGOS CF 0: Toni Lechuga; Andrés, Sergio Esteban (Ramiro, 17'), Jorge García, Uxío, Jorge Fernández; Cusidor, Prosi; Armiche, Adrián (Montero, 77'), Diego Suárez (Antón, 63').

ÁRBITRO: Conejero Sánchez (Extremadura). Amonestó a Benja, Armiche, Prosi y Ramiro.

GOLES: 1-0- Zuiverloon (minuto 43), 2-0- Gallar (minuto 80).

INCIDENCIAS: Estadio Reino de León. Alrededor de 4000 espectarores, más de un centenar llegados desde Burgos.