Diego Guerrero: “No olvido mis raíces, pero Madrid es donde he hecho mi casa”

Madrid

Esta mañana en A Vivir Madrid hemos compartido café con Diego Guerrero. Nos ha abierto un hueco en su apretada agenda navideña: ha venido corriendo desde su restaurante, el DSTAgE (acrónimo de Days To Smell Taste Amaz Grow & Enjoy) para salir escopetado después de la entrevista (no sin aprovechar el tiempo de espera antes de entrar al estudio para descansar unos minutos). El ritmo de vida de este cocinero de 41 años que afirma no haber dado el salto a la edad adulta, no para ni lo sábados por la mañana. En su brazo, un tatuaje de Red Hot Chilly Peppers confirma que aún conserva la actitud rebelde e ilusionada de la adolescencia.

En 2013, Diego decidió arriesgar y abandonar el Club Allard, restaurante en el que trabajaba por entonces, para empezar de cero por su cuenta. Dice que "creía que podía hacerse mejor". Bajo esta premisa, en julio de 2014 nacía el DSTAge. Dos años después, el restaurante ha conseguido su segunda estrella Michelín y el cocinero ha publicado su primera obra con Montagud Editores: Irreductible.

“Están pasándome muchas cosas en muy poco tiempo, es difícil resumirlas en palabras”, ha reconocido, “todo esto ha pasado porque trabajamos, estamos despiertos y vemos la vida con una mirada creativa”. Esta mañana ha nos ha transmitido el Madrid que se ve a través de esa mirada creativa, compartiendo con nosotros su mapa visual y musical de la ciudad.

Para él, Madrid suena a las listas de reproducción del DSTAgE, formadas por canciones que encajan con su filosofía de vida, como el Camarão Que Dorme A Onda Leva de Pagondinho, que, según ha contado el propio Diego, les recuerda que no pueden quedarse dormidos, porque solo con los ojos abiertos es posible seguir avanzando.

Este vitorense afincado en la capital afirma que, a pesar de no olvidarse nunca de sus raíces en el norte, considera Madrid como su casa. Es aquí donde ha elegido establecerse para crecer personal y profesionalmente. Y es aquí donde está el DSTAgE, aunque quien no tenga ya una reserva no podrá comprobarlo hasta abril, porque el restaurante tiene una lista de espera de cuatro meses.