El “coro de plañideras” que cambió la lucha contra ETA

Bilbao

30 años ya del Pacto de Ajuria Enea, un hito en la lucha contra ETA. Por primera vez todos los demócratas unidos enfrente de los violentos. El nacionalismo, que hasta entonces abogaba por una negociacion ETA-Estado, proclamaba ahora que de ETA les separaban no solo los medios, también los fines. Y que ningún problema politico podía ser negociado con ETA. Porque no representaba al pueblo vasco.

Por eso y mucho más fue un hito el Pacto: Por superar la mera condena. Por renunciar a usar el terrorismo en la pugna política. Por liderar, junto a organizaciones como Gesto, la movilización de una sociedad que, por fin, asumía el problema como propio. Porque hasta AP apostó por el diálogo para el final de la violencia.

Pero, 30 años después, ni sus firmantes se quedan en la autocomplacencia. Porque ETA tardó 23 años en dejarlo. La excluida, autoexcluida izquierda abertzale poco menos en criticar el uso de la violencia. Porque olvidó a las víctimas. Porque la unidad quedó en el papel, por no hablar de la reclamación del cumplimiento íntegro del Estatuto.

Valoran, sí, que hoy sería irrepetible. También lo pareció al principio. "Lo que usted propone es un coro de plañideras", contaba Benegas que le respondían cuando planteaba la unidad frente a ETA.  Un coro de plañideras que cambio la historia.

Únete al canal de WhatsApp de la SER