El fotógrafo de los bajos fondos

'Estaba ansioso por penetrar en ese otro mundo, ese mundo en los márgenes, el mundo secreto, siniestro, de los mafiosos, los marginados, los tipos duros, los chulos, las prostitutas, los drogadictos, los invertidos. Equivocado o no, yo sentia en ese momento que este mundo subterráneo representaba el París menos cosmopolita, el más vivo y más auténtico, que estas facetas pintorescas de su inframundo se había conservado de generación en generación, casi sin alteraciones, el folklore de su pasado más remoto.'- Brassaï, 1976.

Trabajaba con una cámara que se colocaba en un trípode,  le colgaba del hombro la caja en la que llevaba las 24 placas para las fotos. No le interesaba la espontaneidad, ni el momento preciso, sino en un imagen permanente, rotunda, directa e invariable que pudiera durar para siempre

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Hasta el próximo 2 de septiembre, la Fundación Mapfre exhibe una retrospectiva de este fotógrafo de origen húngaro y nacionalizado francés en 1949. 200 trabajos realizados en su mayoría en Paris, la ciudad que más retrató; en alguna ocasión llegó a decir que había comenzado a fotografiar para expresar su pasión por la ciudad de noche; aunque sus instantáneas también se llenarían de naturalezas muertas, desnudos, grafittis, y rincones pintorescos.