"Ahora estoy bien pero lo he pasado mal"

Valencia

Teo, el joven que a día de hoy pesa exactamente 383 kilos, ha subido ya a planta del hospital de Manises después de estar desde el martes por la noche en pasillo del área de observación. La Cadena SER ha estado con él en su nueva habitación preparada para sus especiales circunstancias. Nos ha dicho que se encuentra mejor y que está muy contento.

Teo dice haberlo pasado mal estos días en el pasillo de observación, donde ha estado más de 36 horas, pero sobre el martes por la tarde durante el traslado en un camión hasta Turís, la localidad donde reside. Teo, eso sí, no tiene queja del personal sanitario. Asegura que le han tratado de forma excelente.

Teo va a estar de forma indefinida en el Hospital de Manises hasta que la Conselleria decida donde reubicarlo. Se lo ha anunciado el propio director del hospital.

A pesar del cambio en la atención de Teo, su familia asegura a la SER que sigue adelante con la denuncia presentada por el trato que les dispensaron el martes, con ese viaje en camión que califican de humillación. La familia espera que le manden cuanto antes a un hospital especializado en el tratamiento de la obesidad mórbida. Isabel Peralbo es prima de Teo.

El Subdirector General de Planificación asistencial de la Conselleria de Sanitat, Faustino Álvarez, ha explicado que se ha intentado siempre tomar la mejor decisión para el paciente, que se trabaja en dar una solución de continuidad que consiga revertir la situación del enfermo. Dice Álvarez que puede llamar la atención que el traslado se realizara con un camión pero que si se hizo así fue porque no existe ningún tipo de transporte sanitario con capacidad para soportar ese peso.

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Las explicaciones no convencen al Defensor del Paciente, que ha solicitado la destitución de los responsables del Hospital por el trato dado al enfermo. Califican de circo el traslado de ida y vuelta a su casa en un camión de mudanzas y lamenta el sufrimiento gratuito al paciente y a su familia.

Carmen Flores, la presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente, confía de todas formas en que este caso sea un antes y un después para que a este tipo de enfermos con obesidad mórbida se les trate con más dignidad.