"La cola de caballo o la salvia están contraindicadas para la retención de líquidos"
La nutricionista Eider Sánchez advierte de que los remedios naturales pueden ser perjudiciales para la salud
Bilbao
Los remedios naturales pueden ser perjudiciales para la salud, según Eider Sánchez, nutricionista de Policlínica Gipuzkoa, aludiendo en concreto a la retención de líquidos. "Hierbas como la cola de caballo y la salvia están contraindicadas", advierte, y añade que "se debe consultar al médico siempre ante culquier signo de retención de líquidos", sobre todo, cuando, a pesar de cumplir los consejos, la inflamación de piernas aumenta e incluso a afecta a cara, cuello y manos o se presentan síntomas como dolores de cabeza, visión borrosa, pitidos en los oídos, nauseas o dolor abdominal. Sánchez subraya que “el diagnóstico en mujeres embarazadas es especialmente importante para descartar preclampsia o hipertensión arterial que puede afectar gravemente al feto”.
En las personas adulta el agua supone, como mínimo, el 50% del total del peso corporal. Hay ocasiones en las que el agua se acumula en nuestro cuerpo por diferentes causas. “La retención de líquidos, también conocida como edema, es ocasionada por una acumulación excesiva de líquido en los tejidos del cuerpo, tanto debajo de la piel, como en los tejidos que están fuera del sistema circulatorio” explica la nutricionista. Cualquier persona puede padecer retenciones poco serveras a lo largo de su vida, aunque las personas de edad avanzada son las más propensas a padecer episodios más severos. Una mala alimentación basada en alimentos ricos en sal o sodio como los alimentos procesados, embutidos, enlatados, quesos curados, precocinados, ahumados, sopas de sobre, snacks o aperitivos y bebidas refrescantes azucaradas.
Las personas que mantienen un estilo de vida sedentario también son más propensas a retener líquidos, al igual que las que no ingieren suficientes líquidos durante el día, las que sufren de sobrepeso u obesidad, tienen problemas circulatorios, consumen medicamentos como estrógenos, corticoesteroides, antiinflamatorios no esteroideos y algunos fármacos para la tensión, sufren cambios hormonales o padecen enfermedades cardiacas, hepáticas o renales.
Siendo esto así, hay que tener en cuenta que ciertos factores como la subida de temperaturas o el estar embarazada pueden hacer que una persona tienda a retener más líquidos. En el caso del embarazo, la nutricionista explica que “la retención de líquidos se produce por un aumento en el volumen de sangre, por cambios en la permeabilidad vascular debido a factores hormonales y por la dificultad circulatoria producida por el volumen de la tripa de la embarazada, que comprime los vasos sanguíneos que transportan la sangre de miembros inferiores al corazón”.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes que suelen presentar las personas que sufren retenciones de líquidos son:
1. Inflamación, hinchazón o pesadez a nivel local como en pies, tobillos, piernas, párpados, manos, brazos, cara y abdomen, que también se puede reflejar como una inflamación a nivel beneral. En estos casos, la piel aparece estirada o brillante, tensa, y si se presiona con el dedo sobre la zona, queda una huella que va despareciendo poco a poco con el tiempo.
2. Sensación de que zapatos, ropa, anillos o relojes aprietan o están más ajustados de la cuenta.
3.Menos flexibilidad en las articulaciones de brazos, piernas, tobillos, muñecas y dedos.
4. Disminución de la micción (orina)
5. Aumento repentino, rápido o inexplicable del peso.
Para poder tratar una retención correctamente, lo primero que hay que saber es si la retención es patológica o no, porque el tratamiento de la retención varía en función de esto. “La retención de líquidos producida por una patología (retención patológica) puede tener origen en problemas circulatorios, de insuficiencia cardíaca y enfermedades renales o hepáticas. Mientas que, si no es patológica, la causa puede ser una simple dilatación de las venas. Sobre todo, en épocas de altas temperaturas”.
La importancia de la nutrición
“Es muy importante beber agua de manera habitual, con un consumo de 1,5-2L al día. Si nos cuesta ingerir agua, siempre podemos tomar infusiones, aguas infusionadas con frutas o caldos no salados en su lugar” explica la doctora. “Hay que seguir una alimentación equilibrada y variada, repleta de productos frescos y cocinados en casa”. Es aconsejable ingerir alimentos con alto contenido en potasio que favorecen la eliminación de líquidos como el calabacín, la calabaza, patata, champiñones, legumbres, plátano, melón, aguacate, ciruelas pasas, frutos secos naturales y algunos pescados como el salmón, bacalao y atún. La nutricionista también recomienda moderar el consumo de sal y sodio, “evitar sal de mesa y cualquier alimento que pueda contener sal en su composición”.
En el caso de mujeres embarazadas, la especialista aconseja controlar el aumento de peso, seguir un estilo de vida activo y favorecer la circulación evitando pasar mucho tiempo de pie, sentada o con las piernas cruzadas, sobre todo, en lugares cerrados o calurosos. “Hay que procurar poner las piernas en alto cada vez que nos sentemos o tumbemos y dormir de costado sobre el lado izquierdo, preferiblemente, para evitar la compresión de la vena cava, así como evitar los sitios cálidos y la ropa ajustada” dice. Por otra parte, realizar baños de agua fría en piernas e incluso masajear los pies y piernas de abajo hacia arriba con crema hidratante o realizar drenajes linfáticos puede ser de ayuda.