"El escenario es como un jardín para el actor"

Madrid

No sé si alguna vez han pensado en los jardines de urbanizaciones de Madrid, todos iguales, ese césped uniforme. Si acaso algún enano de gorro rojo que sobresale consigue destacar, pero pocos detalles. El jardín del que vamos a hablar ahora es muy distinto, tiene mucha historia, también oscuridad y en él transcurre ‘Todas las noches de un día’ la obra dirigida por Luis Luque y protagonizada por Carmelo Gómez y Ana Torrent.

Esta es una historia de amor, pero hay una delgada línea entre ese amor incondicional y de la dependencia de dos personas que son incapaces de enfrentar su futuro y que se aferran el uno a la otra. Algunos han dicho que es un melodrama policiaco, pero lo que está claro es que es una historia de amor. Que no romántica.

Carmelo es Samuel, un jardinero que se queda como una planta más, arraigado a ese invernadero en una casa cuya dueña es Silvia. La planta favorita de Samuel es el cactus porque resiste a todo, sobrevive , y respira hacia dentro.

Una obra que habla de la soledad, del rechazo. Samuel se queda al lado de Silvia a pesar de que sabe que nunca va a ser correspondido, una acción que crea una duda porque roza lo heroico o lo enfermizo.

Ninguno de los dos personajes sabe despedirse bien de las cosas, en la vida llega un momento en el que hay que saber decir adiós, aceptar la fugacidad.

‘Todas las noches de un día’ hasta el 6 de enero en el Teatro Bellas Artes.