Arzobispo de Tánger Monseñor Agrelo " Europa no tiene que tener una identidad religiosa"

Cádiz

Monseñor Agrelo es el reflejo de lo que uno espera de un franciscano; humildad, tranquilidad, sosiego.

El arzobispo dimionario, aunque no aceptada aún por la Santa Sede, de la singular diocesis de Tánger (2.500 diocesanos, fronteriza y punto de llegada para miles de inmigrantes de toda África) acude a Cádiz para recibir un premio concedido por la Aaociación Pro Derechos Humanos de Cádiz.

Agrelo,  es factor clave de la cara social de la Iglesia, muy volcada por la situación de la inmigración en el Estrecho.

En la entrevista narra sus primeras experiencias en Tánger "es la primera vez que vi a una persona terrorizada y mudo por el terror"  el prelado añade  "no soportariamos que se tratara a los animales como  nosotros estamos tratando e los emigrantes en el camino de la emigración"  recuerda el arzobispo "Jesús fue un emigrante a lo largo de su vida" en la parter positiva recalca que le sorprende el gozo de vivir de los emigrantes "el coro de la Catedral en la misa de los domingos, con el ánimo que cantan, parece un pecado interrumpirles".

Sobre el papel de la iglesia española "los obispos en cuanto a posicionamiento doctrinal se mueven todos en una línea de acogida de la emigración , creo que falta algo, pero creo que a los obispos se nos tiene que encontrar en la calle cerca de los emigrantes, no sólo en los papeles a favor,  quedan pasos por dar" .

Con una profunda reflexión "La iglesia tiene que colocarse descaradamente al lado de los emigrantes, la iglesia teien que desafiar a la sociedad en este tema, sino lo hacemos perderemos una gran oportunidad de dar testimonio de lo que somos"

Monseñor Agrelo manifestaba su intención de cuando se le acepte su dimisión volver a la actividad parroquial siempre que el cuerpo lo permita. Sin duda un hombre de Dios.