Llegan a Madrid las "Stolpersteine"
El Ayuntamiento de Madrid se ha sumado a este proyecto artístico, del alemán Gunter Demnig, en memoria de las víctimas de los campos de concentración nazis
Son unos bloques de piedra con una placa de bronce que suelen colocarse en el último domicilio de la víctima. En Madrid, se prevé la instalación de 449 bloques, una por cada vecina o vecino madrileño que murió en un campo de concentración
Madrid
Günter Demnig lleva desde 1997 instalando "Stolpersteine" por Europa, ya lo ha hecho en cerca de 2.000 localidades y ahora lo hará, también, en Madrid. Con estas "piedras en el camino", según la traducción en alemán, Demnig quiere mantener viva la memoria de las personas que fueron víctimas del nazimo entre 1933 y 1945. Su proyecto se ha convertido en una de las iniciativas memoriales más extendidas.
El Ayuntamiento de la capital se ha sumado a la iniciativa con el objetivo de recordar el sufrimiento de las personas que fueron internadas en los campos de concentración nazis. Se va a comenzar colocando una decena de ellas, pero la intención es instalar una placa por cada vecino o vecina de Madrid que fue deportado a un campo de concentración: cuatro mujeres y 445 hombres.
Las "Stolpersteine" son unos bloques de cemento (96 mm x 96 mm x 100 mm), con una placa de bronce con los datos de la vida de una persona en una de sus caras. Las colocan en la calle, en la acera, como si fueran baldosas y cerca del último domicilio voluntario de la víctima. Por eso, en la placa, suele aparecer un "aquí vivió" seguido del nombre, fecha de nacimiento, fecha de deportación, fecha de reclusión y de su asesinato, si fuera el caso. También se han colocado placas por las personas que sobrevivieron o por las desaparecidas.
Demnig instaló la primera piedra en Kreuzberg, en Berlín. Desde entonces, ha ido colocando estos bloques por toda Europa, también, incluso, en Argentina. Hay en Bélgica, Austria, Croacia, República Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Italia o Lituania, por nombrar solo algunos países. En agosto de 2018 había ya cerca de 70.000 en todo el mundo. También hay alguna en España, en Cataluña, por ejemplo, en el municipio de Navas, y en Mallorca, pero aún no habían llegado a Madrid.
Es el propio artista el que va a la ciudad a colocar las piedras. Él lleva todo el proceso, excava el hueco, recoge los escombros y repone el pavimento. Según el Ayuntamiento, en Madrid será sencillo porque muchas de las aceras están formadas por baldosas cuadradas, así que solo hay que sustituir la baldosa por una Stolperstein. Está previsto que Demnig venga a Madrid en los próximos meses.
Ya en febrero de este año el Pleno del Ayuntamiento de Madrid homenajeó a las víctimas de los campos de concentración nazis. Todos los concejales, de todos los grupos políticos, leyeron los 449 nombres de los vecinos y vecinas de Madrid que fueron internados en los campos. "Hemos querido que los nombres que todos hemos pronunciado formen parte del recuerdo de esta ciudad", dijo entonces la alcaldesa, "en su homenaje, en su memoria, en su justicia hemos querido que queden para siempre fijados a esta ciudad de Madrid, para que su memoria valga para que la humanidad sea cada vez mejor y tengamos más esperanza en el futuro".
Sara Selva Ortiz
Redactora de la sección de Nacional. Antes trabajó en el equipo de Hoy por Hoy, en Economía, en Informativos...